Matrimonio por Conveniencia

Epílogo: Parte 2

Narrador: Omnisciente

Todo comenzó por un abrazo descubierto en el momento justo. Porque de otra manera tal vez nada hubiera sucedido, pero no, aquel abrazo dio comienzo a un plan no planeado con anticipación, sino en el momento.

Aquella cláusula lo llevo a tomar una decisión no muy justa, pues haría trampa para ganar. Esa cláusula hizo que le propusiera matrimonio a una mujer desconocida. Fingió en un principio estar enamorado de ella para engañar a las personas a su alrededor, para obtener una herencia.

Solo tenía que ser un Matrimonio por Conveniencia, sin embargo, se convirtió en algo más. Las mentiras se hicieron verdad, y sentimientos que no creyeron que desarrollarían lo hicieron.

Pronto empezó a darse cuenta que aquel hombre con el que iba a casarse, no invento toda esa mentira para obtener dinero sino por lo que significaban las empresas para su abuelo. Que no era frío y distante como aparentaba, sino que todo lo contario, era un hombre dulce, amable, entre sus brazos se sentía segura y la primera vez que probo sus labios fue como si una corriente eléctrica corriera por su cuerpo. Había dicho a Jane que no se enamoraría y cuando empezó a ver más allá de aquel hombre, cuando vio sus verdaderos sentimientos, sabía que estaba en apuros e intento convencerse así misma que solo era admiración, pero muy en el fondo lo sabía, y cuando por fin decidió admitirlo todo empezó a ponerse en su contra, empezaron las mentiras, los secretos que acabaron con él enojado diciendo palabras las cuales la lastimaron y luego tuvo que escoger. Parecía que todo estaba en contra para ambos.
 

Él empezó a ver en ella a la mujer con la cual querría pasar el resto de su vida. Ella no era cualquiera no, ella lograba desquiciarlo, hacerle hacer cosas que ni en un millón de años pensaría que lo haría. Lo hacía esforzarse para tener su atención. Y tenía miedo de dañarla y lo hizo. Eso nunca se va a perdonar, prometió que la cuidaría y fue él quien la daño. Pronto empezó a sentir que la necesitaba en todo momento como si ella fuese su oxígeno y es que lo era y maldición admitirlo era difícil. Porque significaba que estaba enamorado de ella y no estaba listo para ese sentimiento, esa necesidad de tener a la otra persona como si fuera una dependencia y jamás le gusto eso, pero con Alana todo era diferente. Ella estaba con él en los momentos que más necesitaba de un abrazo, que necesitaba a una persona con él y todo el tiempo fue ella. Y como una vez se lo dijo Triana; si la quieres lucharás por su amor, le pedirás perdón si es necesario, pero lucharás sin darte por vencido.

Y la carta que sostiene entre sus manos lo motiva a seguir con su plan.

Alessandro:

*** Sé que mi decisión no te gustará, pero te pido que tengas en cuenta que solo será una semana, comprendo que ya ha pasado mucho tiempo y que ahora te pida para extenderlo un poco más es injusto, pero quiero que así sea, ayuda a tu familia en estos momentos difíciles que están atravesando, ya regresaré, además, tengo a mi familia conmigo y no me dejarán sola, así que por favor no vengas.
Te pido que no pienses cosas que no son porque la verdad te extraño, quiero verte lo antes posible, pero ya tendremos tiempo; enfócate en tu familia y yo en mi recuperación estaré bien y cuando te des cuenta estaré junto a ti.
El día que me dijiste que me amabas fue el mejor y el peor día de mi vida, me sentía entre la espada y la pared, en ese instante quise decirte que yo también, que te amo Alessandro D'angelo y estar contigo me haría la mujer más feliz, pero era mejor que creyeses que no me importabas. Sin embargo, lo haces y mucho.
Ese día me olvidé de mi enojo y casi tuve que rogarle al oficial para que me dejase entrar, necesitaba despedirme de ti. Hice un trato con una persona la cual ahora sé que fue mi prima, me hizo escoger entre tú y Jane. Fue una decisión difícil, eres el hombre que amo y Jane mi hermana, y sí, la elegí a ella. Tal vez pienses que no me importas lo suficiente pero no, tenía que escoger; te elegía a ti, quedabas libre, pero Jane moría, elegía a Jane, pero tú ibas a la cárcel, razón por la cual propuse alejarme para siempre de ti, irme lejos junto con Jane para que tú quedarás libre. Y acepto, salve a Jane de la muerte y a ti de la cárcel. No me arrepiento de mi decisión y si me preguntan, ¿Lo volverías a hacer?, mi respuesta sería un rotundo sí. No estaría contigo, sin embargo, estarías libre. Jane y tú son lo más importante para mí y haría cualquier cosa para mantenerlos a salvo, aunque signifique sacrificarme a mí misma. A ambos los amo, pero de distinta manera, ambos son mi vida.
Sabes, desde que tengo uso de razón soy fanática de los chocolates, pero he de confesarte que le has ganado, cada día que pasaba contigo me hacías feliz y endulzabas mi vida. Mucho antes de que me dijeras que me querías yo ya te amaba, y me había prometido a mí misma disfrutar cada segundo a tu lado como si fuera el último, mantener mis sentimientos en secreto porque al fin y al cabo todo comenzó siendo una mentira.Sin duda alguna eres el único hombre que ha logrado calar en lo más profundo de mi alma. Como la tinta de un tatuaje te has impregnado en mi piel.