Capítulo 37

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Alessandro D'angelo

– *Alessandro, tengo buenas noticias — nunca creí que me agradaría oír la voz de Dominik.

– ¿De qué se trata?, ¿Encontraste a Alana? — pregunto entusiasmado.

– No, pero las cámaras de seguridad al fin están en manos del oficial y hay una pista, ven a la estación enseguida — pide.

– Está bien, en quince minutos estoy* — informo y termino la llamada.

Al fin una buena noticia aún no encontramos a Alana, pero por lo menos tenemos una pista de la persona que incendio el restaurante.

Cueste lo que me cueste te voy a encontrar Alana Samuels, aunque tenga que buscarte bajo las piedras de ser necesario.

Dominik es buen aliado tiene contactos de no sé dónde que lo están ayudando en la búsqueda de su sobrina. Steve también ayuda, aunque por momentos los encuentro hablando en voz baja, el chico se va y en Dominik la tristeza es evidente le he preguntado, sin embargo, cambia el tema así que ya no lo hago debe de ser algo personal.

Jacob, Diego, aunque no se llevan bien hacen el esfuerzo y me ayudan con la empresa. Ambos están al mando mientras yo estoy con Dominik. Con mi padre no he hablado solo con mi madre y Lía ambas insisten en que lo perdone que lo dijo sin pensar ya que lo de la empresa lo tiene estresado, en cambio, no me importa que se desquite con alguien más no con ella y mientras tanto no pienso ir a buscarlo o intentar hablar de nuevo. Triana también es de gran ayuda ya que tiene conocimientos sobre estafas, hackers y todo eso así que ayudada de los otros dos lo están solucionando, por suerte no ha habido otro ataque.

Jane se puso en contacto con Jacob y le informo que estaban bien y luego sin más colgó. Por lo menos están bien, no ha vuelto a contactarse y no pudimos rastrear la llamada.

No sé cuánto tiempo más estaré sin ella, tengo ganas de fundirme en sus brazos, perderme en sus labios. La extraño, maldición.

Después de unos largos minutos conduciendo y no tengo explicación, pero todo el camino he estado conduciendo furioso. Lo único que quería era pisar el acelerador, traspasar a todos los demás sin importarme nada, siento algo en el pecho que me tiene enojado, triste, de mal humor. Y la cantidad de personas que se encuentran en el piso de debajo de la estación me hace refunfuñar e intentando no empujar a nadie me dirijo al segundo piso. Las voces de las personas hablando me molestan, tengo ganas de callarlos tirar todo a mi paso, sin embargo, me controlo y suspirando toco la puerta del oficial.
Pide que pase y lo hago. Adentro el oficial se encuentra sentado tras su escritorio y Dominik en la silla izquierda frente a este otro. Con un leve movimiento de cabeza los saludo y tomo asiento en la silla libre. Si Dominik dice que son buenas noticias es porque lo son.


– Bueno, como le comentaba al señor Dominik tenemos buenas noticias las cámaras del local de al lado capturaron a una persona que actuaba de forma sospechosa — informa el oficial y voltea la computadora para que podamos ver – como verán usa capucha y momentos antes de que se extienda el incendio sale del restaurante — comenta.

– Es que no hay duda él inicio el incendio — dice Dominik convencido y tiene razón – ¿Por qué quién más saldría tan apurado si no supiera lo que iba a suceder? — cuestiona y me observa.

– Sí señor, pero no hay rostro y así es cas…

– Esperen… acaso no lleva su brazo vendado — les señalo que observen – se quemó o lastimo el brazo — el oficial mira detenidamente el video.


– En definitiva, una de esas dos cosas sucedió — comenta pensativo – ahora tenemos que buscar a una persona que recientemente haya asistido de urgencias por una quemadura o golpe, pero para eso tendré que pedir una orden y tal vez las demás personas que se encuentran cerca del restaurante quieran facilitarnos los videos de seguridad porque tal vez se quitó la capucha —


Matrimonio por ConvenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora