Capítulo 19

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Alessandro D'angelo



– ¿Es eso lo que sientes Jacob, que todos te odiamos? — cuestionó saliendo de mi escondite.



Sé que está mal escuchar conversaciones ajenas pero al oír las palabras de Jacob no pude moverme, me quedé estático en mi lugar, intentando asimilar todo. Siempre he creído que mi primo me odia, que haría lo que fuera para perjudicarme pero sus palabras se oyeron y estoy seguro de que son sinceras. Jamás lo analice desde ese punto, solo veía lo que quería y era el odio de Jacob, cuando el en realidad solo luchaba para mantener aquello que lo hacía sentir como persona. Él solo anhela tener una familia que lo quiera y apoye, personas que no lo juzguen por lo que aparenta, sino que lo amen, que le enseñen lo que es el amor.

Me siento confundido y tonto, ¿cómo no pude darme cuenta?, todo este tiempo solo he hecho que se aleje más de la familia, nunca me senté a analizar su actitud, comportamiento. Solo veía lo que él mostraba y lo empeoraba. Conozco a sus padres y se cómo son, personas frías, distantes, altivas. Ahora como siempre se encuentran de viaje en Alaska, Jacob no ha crecido en una círculo familiar amoroso y unido, todo lo contrario. Tal vez por esa razón jamás mando foto en los correos que mis padres le enviaban a su niñera, ya que es ella quien prácticamente le crío. Y el hecho de ver las fotos que mí madre le enviaba, para un niño de su edad era triste de ver pues su familia no era así, no asistían al colegio que siempre es lo más importante para los niños, su participación en las obras escolares quien se siente orgulloso de conseguirlo y compartir junto a tu familia.

La verdad me siento estúpido y culpable.



– Alessandro — me llama Alana quien está sorprendida al igual que mi primo por mí repentina aparición.



– Nos podrías dejar solos Alana, por favor — Jacob le pide con la mirada que no se vaya, pero está solo le sonríe dándole ánimos y se va.



– ¿Qué tanto oíste? — cuestiona Jacob, viendo que no tiene salida.



– Lo suficiente para darme cuenta que todo esté tiempo has aparentando ser una persona que no eres —



– Yo soy como soy y punto — sentencia.



– No, todo este tiempo has dejado que creamos que eres el malo del cuento, cuando en realidad eres lo contrario, ¿Por qué nunca intentaste desmentir? —


– ¿Para que hacerlo?, no quiero tu lástima Alessandro, además fueron ustedes, tú principalmente quien no pregunto y solo vio lo que quiso ver —



– Lo sé y de nada sirve pedirte perdón en este momento, esa palabra no cambiará el daño que te provoque al juzgarte, pero quiero esta vez hacer las cosas mejor —



– ¿A qué te refieres con mejor? —



– Quiero demostrarte con acciones mí arrepentimiento, quiero enmendar el daño — una sonrisa sarcástica sale de entre los labios de mi primo.


– ¿Enmendar el daño?, no quiero que arregles nada yo estoy bien así —


– Eso no es verdad y lo sabes — declaró.


– No intentes ahora que escuchaste mí conversación con Alana, cosa que no tenias que saber que quiero estar con la familia, porque no — su actitud me molesta, pero intento controlarme – todos ustedes me dieron la espalda cuando más los necesitaba, creyeron cosas que no son ciertas, prácticamente me cerraron la puerta en las narices y me dolió sabes — confiesa – siempre he admirado a tus padres, pero luego me di cuenta que son una mierda que ni siquiera se preocuparon por mí, que no fueron capaces de preguntarme si me encontraba bien no, hicieron todo lo contrario por eso no los quiero cerca mío, que todo se mantenga como hasta ahora eso es lo que quiero —




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