Capítulo 23

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Alana Samuels

– Alana, ¿A dónde vas? — que susto que me dio, por dios ni siquiera la escuché llegar – Alessandro dijo que pasaría a buscarte — informa.

Pongo mí mano en mí pecho como si este estuviera por salirse, tiene hasta tacones y no la oí. Y bueno estaba tan ensimismada en mis pensamientos que imposible de oírla. Está me mira confundida y tal vez sea por mí actitud, ya que no se me da bien actuar, mentir como lo prefieran decir.

– Alana, ¿Podemos hablar un momento? — vuelve a hablar. Asiento.

Enreda su brazo con el mío y nos conduce hacia la sala. No hace mucho que desperté y al no ver a Ale decidí bajar, pero no encontré a nadie tampoco vi a sus padres, me acerqué a la cocina a tomar un poco de agua y es cuando Lía apareció de repente.

Lía es siempre alegre, carismática, amable. Me agrada y en verdad no me gusta tener que estar mintiendole pero estoy con Alessandro no puedo y no quiero traicionarlo. Así que me tragare mis ganas de decir la verdad y seguiré con el plan. Cosa que no estoy cumpliendo, hoy cuando sentí los brazos de Alessandro a mí alrededor me sentí protegida, en paz. Porque eso es lo que el logra, me hace sentir feliz, tranquila, amada. Y si lo último no es cierto pero, ¿Quién ha muerto por ilusionarse?, De hecho no debí de haber dicho tal cosa.

Pero, ustedes entienden lo que quiero decir. Con él me siento como si flotara en las nubes, como si pudiera tocarlas. Y cuanto quiero que podamos hacerlo juntos. Sin embargo, Alessandro D'angelo es mi prometido falso, nuestro matrimonio es sin amor, y al final solo saldré lastimada si no controlo estos sentimientos pero, ¿Quién ha podido negarse a lo que quiere el corazón?

– Alana estás actuando muy extraño y me preocupas, ¿Puedo ayudarte en algo? — la observo y ella a mí. Cuanto quiero decirlo todo.

A veces quiero decirle a Alessandro que ya no más. Qué no puedo.

Qué no puedo seguir mintiendo a personas buenas, que no quiero seguir a su lado porque entre más pasa el tiempo más me enamoró de él. 
Pero si hago eso, le estaría fallando, fallaría a nuestro trato y... Ya no estaría más con él. Y no quiero dejarlo, no quiero perder lo que tengo junto a él y aunque sea de mentira, dije que seguiría, que aprovecharía el tiempo junto a él.

No quiero decepcionarlo y aunque si en algún momento le digo sobre mis sentimientos se que lo haré, porque todo es una maldita mentira y los dos debemos de tener muy en claro que es mentira y que es verdad.

– Lía yo.... — me tiembla la voz, me dan ganas de llorar y una que otra lágrima se me escapa sin poder detenerla – yo....

– ¿Qué sucede? — pregunta preocupada y sin previo aviso me abraza tomándome desprevenida. Pero es justo lo que necesito así que la abrazo también.

En estos momentos tendría que estar junto a mis padres, quiénes no sabrían muy bien que aconsejarme pero por lo menos lo intentarían. Y a lo último siempre terminaban diciéndome; "Lánzate al vacío Alana, creé en ti, haz lo que te dicte el corazón porque solo así serás feliz mí niña, no te tomes tan literal lo primero pero, lo que queremos decirte es que no le tengas miedo a los tropiezos, errores porque la vida se trata justamente de eso de equivocarse y aprender y tu mí niña, serás grande y triunfarás solo si haces lo que te haga feliz"

Y Alessandro me hace feliz con mentira y todo, y mi tonto corazón solo quiere al menos un tiempo más junto a él.

– Yo quiero a Alessandro, Lía — está termina nuestro abrazo y me indica que me siente, lo hago y ella lo hace junto a mí.

Matrimonio por ConvenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora