- ¿Tienes mejores amigos, Caleb? - pregunté mientras tomaba mi libreta de apuntes. En una hoja nueva escribí el nombre del niño.
- no, los niños no me hablan. - dijo con tristeza. Bajó la cabeza apenado.
- ¿en serio? Yo creo que eres genial, deberían hablarte. - dije mientras levantaba su carita con mi mano. Unas lágrimas caprichosas caían de sus ojos.
- ¿eso crees? - preguntó entre sollozos. Asentí y le sonreí. - ellos suelen decirme que soy raro por llevar éstos lentes. - dijo mientras apuntaba con su mano hacia aquél objeto.
- no eres raro, solo la gente con poderes tiene lentes. - dije mientras le guiñaba un ojo con complicidad. Caleb frunció su cejas y limpió sus lágrimas.
- ¿gente con poderes? - preguntó extrañado con voz tierna. Asentí y me levanté de mí silla.
- mira, te enseñaré. - dije mientras me acercaba a él y lo tomaba en brazos. Caleb recostó su cabecita en mi hombro y suspiró con tristeza.
Salí del consultorio y me dirigí hacia el área de reuniones, ahí era en donde normalmente pasábamos el rato en nuestras horas muertas, estaba segura que se encontraban unos cuantos psicólogos ahí.
Abrí la puerta con cuidado, y sí, ahí estaba mis dos compañeros.
- Caleb, te presento a Jordan y a Hannia. - dije mientras los apuntaba a cada uno. Mis compañeros sonrieron y lo saludaron amistosamente. - Jordan, Caleb no me cree que los que usamos lentes tenemos poderes. - dije en reproche.
Jordan me vio confundido, pero rápidamente cambió el seño, pues entendí de lo que hablaba.
- ¿bromeas? Jennie es muy poderosa. - dijo siguendome el juego.
Caleb levantó las cejas sorprendido y me vio curioso.
- mira, haré que Jordan se ponga a bailar con solo tocarlo. - dije, provocando una mirada severa de mi compañero. Reí bajito y empecé con mi plan. - baila, Jordan, ¡baila! - dije y lo toqué.
Jordan se puso a bailar de inmediato, por lo que Caleb se mató de la risa.
- no puedo controlar mis pies, ¿qué está pasando? - dijo Jordan fingiendo estar poseído ante mi hechizo. Caleb seguía riéndo.
- has que pare, Jennie, pobrecito. - dijo el pequeño mientras se abrazaba con cariño de mi cuello. Asentí y toqué de nuevo a Jordan, el cual paró y sonrió con complicidad.
- ¿lo ves? - dije mientras salía de nuevo de la sala de reuniones. Caleb se despidió con la mano de mis compañeros.
- sí, realmente tienes magia. - dijo mientras recostada su cabeza en mi hombro.
La sesión pasó de lo más entretenida, jugamos y cantamos, hicimos dinámicas, incluso creo que me divertí más yo, que Caleb.
- cuidate Caleb, recuerda lo que dijimos, ¿si? - dije mientras me despedía de aquel pequeño niño de cuatro años. El asintió y salió del consultorio de la mano de su padre.
El era mi último paciente de hoy, por lo que empecé a cerrar y apagar todo. Tiré algunos papeles, desinfecté los juguetes que utilicé con Caleb, y tomé mis cosas. Salí de mi consultorio y me encontré a mi secretaria en el living.
- ¿quieres que te lleve, Sarah? - le pregunté amablemente a mi empleada. Ella me sonrió y negó. - bueno, nos vemos mañana, cuídate - dije y salí del lugar.
Caminé hasta mi auto mientras revisaba algunos mensajes de texto. El día era precioso, el cielo estaba despejado, el aire era frío, pero con un sol luminoso.
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Discos de vinilo [ Jenlisa +18 ]
Fanfiction"Lisa es una joven de veinte años nacida en Londres, es apasionada por los libros (aunque lo hace en secreto), sufre de depresión a raíz de un acontecimiento de su pasado, consume drogas de todo tipo arriesgándose a perder la vida. En las vacaciones...