Capítulo 32

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- ¿qué quieres que te prepare, cielo? - pregunté viéndola a los ojos. Desde que conozco a Jennie sus ojos han sido mi parte favorita de su cuerpo, a lo igual que sus labios, su cintura, sus piernas... para ser sincera, todo de ella.

- Manobal, ¿me estás escuchando? - arremetió una muy divertida Jennie. Parpadee varias veces. - te decía que quizá podamos jugar un poco hoy. - dijo mordiéndose los labios nerviosamente.

- oh, si, ¿te parece Mario Kart? ¿O prefieres just dance? - sugerí animadamente. - aunque sinceramente no pienso discutir las reglas en el just dance, amor, tú eres muy tramposa. -

- no, Lisa. - dijo tímida. - no a ese «jugar». - metió sus manos debajo de mi blusa, tocando delicadamente mis abdominales con sus suaves y frías manos. - quizá podamos intentar otras cosas... -

Inmediatamente sentí un calor intenso invadir mi cuerpo. Y Jennie era la culpable.

Ambas nos apresuramos a recoger nuestras cosas e irnos a nuestro departamento. Nos despedimos de todos en la fiesta, que de igual forma ya iba terminando, ya casi no quedaba gente.

La paciencia no era una virtud muy destacada en mi novia, pues en todo el rato que nos depedimos, no dejaba de besarme los hombros y acariciarme desesperada. Me gustaba eso de ella, pero supongo que ahora todos saben porqué nos íbamos antes del pastel.

- quiero comerte entera. - susurró, mientras se ponía el cinturón de seguridad, sin dejar de verme las piernas. Reí divertida por su necesidad de tocarme.

Subí al auto y arranqué, con una mano en el volante y otra en la pierna de mi jariosa novia, me dispuse a ir al departamento. Iba a torturarla.

- ¿y cómo te fue en el trabajo hoy, Jen? - dije calmada, mientras acariciaba la parte interna de su muslo con mis dedos. Jennie se aferró al asiento y cerró los ojos con fuerza. - supe que diste de alta a Muñíz. -

Llevé mis dedos un poco más arriba, rozando peligrosamente sus labios vaginales por encima de sus bragas. Sonreí pícaramente por la humedad. Tiré un poco del elástico de las mismas y acaricié su entrada con la presión suficiente como para hacerla gemir.

- ¿todo bien, amor? - pregunté inocentemente, mientras llevaba a mi boca los dedos con la que la había tocado, tragandome su sabor. - ¿te he dicho lo mucho que me gusta cómo te queda ese vestido? -

- a mi me gustas más sin ropa. - susurró frustrada. Reí fuertemente.

Su mirada se clavo en mi como dagas a matar; dejé de reírme por el nerviosismo. Sentir la potente mirada de Jennie Kim haría correrse a cualquier persona en esta tierra. Tragué saliva pesadamente.

- ¿te parece si ponemos música? - pregunté temerosa. Ella soltó una risita juguetona y se mordió los labios.

En el estéreo se reproducía «mimosas» de latenightjiggy, lo cual me hizo reír de ironía, pues la canción habla precisamente de querer... eso.

- hace un poco de calor, Lisa, súbele al aire acondicionado - dijo de manera pícara. Y eso hice, le subí al máximo.

Jennie empezó a moverse al ritmo de la canción, teniendo una excelente coordinación con la lírica de la misma.

- así me gusta, eres sabrosa... - canté susurrando. Sonrió divertida mientras seguía con sus movimientos.

Le subí un poco al estéreo, al mismo tiempo que parábamos en un semáforo; me acomodé en el asiento para verla a ella y deleitarme con tal espectáculo.

- entonces, mami, qué es lo que está pasando... - cantó viéndome fijamente a los ojos. Se quitó el sujetador. - el día entero yo te estaba mirando... - continuó. Sentí un calor infernal invadir mi cuerpo, sus pequeños pezones sobresalían ligeramente en su ropa.

- no tenga miedo, baby, síguelo bailando... - seguí la letra. Me acerqué lentamente a sus labios y los lamí con cuidado. - es obvio que las mimosas están hablando... - cantamos las dos sobre nuestros labios y sonreímos. Toqué de manera torturosa sus pechos, provocando un gemido sutil de sus labios.

El semáforo cambió de color.

- te quiero comer como fruta... - susurré la lírica, mientras volvía a mi postura original y así poder manejar con normalidad. Jennie bufó frustrada.

No tardamos mucho en llegar al departamento. Ambas estábamos desesperadas.

-desnúdate- dijo en una orden. Fruncí el ceño algo confundida. Pero lo hice. Me empecé a sacar la ropa de a pocos, todo bajo su penetrante mirada. - quítate todo, rápido, perra - ordenó.

Sentí como un líquido salía de mi vagina, me palpitaba el clitoris generosamente.

- híncate - volvió a ordenar. Caminó al rededor de la habitación, sacó un cinturón negro, posiblemente de cuero. Tragué en seco. - muy bien, mi amor. Eres una niña buena. - dijo dulcemente cuando por fin acaté sus órdenes.

Me separó las piernas, ató mis manos atrás de mi espalda, sujeto mi cabello en una coleta y luego, solo permaneció sentada en la cama, viéndome.

Mi respiración estaba agitada, podía sentir la excitación en todo mi cuerpo. Mis pezones pedían a gritos ser tocados. Sonrió.

- a partir de este momento no quiero que digas ni una palabras. - asentí. - seguirás mis órdenes, y cuando yo diga que pares. Paras. -

Se desvistió, quedando solo en una diminuta tanga blanca, con una abertura en su vagina. Se abrió de piernas y comenzó a tocarse. Todo bajo mi mirada. Gimió.

- acércate y lame. - jadeó. Caminé a gatas hasta ella, y comencé mi trabajo. Lamí, succioné, besé y estimulé hasta sentir sus piernas temblar. - mierda, Lisa - soltó en un susurro de placer. - así mi amor, sigue -

Con la punta de mi lengua jugueteé su clitoris, haciéndola derramar sus fluidos sobre mi boca. Sabía delicioso. Sus labios vaginales pasaron de estar rositas, a rojos. Todo por la excitación.

- méteme un dedo y sigue lamiendo - ordenó con dificultad. Y así fue. Cuando introducí mi dedo pude escucharla gritar. Sonreí aún haciéndole el oral. - mierda, ¡para! !para! Aún no me quiero correr - sentenció.

pero no lo hice. Gritos de placer inundaron la habitación, me arañó, y jaloneó del cabello, y yo no podía ver otra imagen más hermosa que ver a Jennie teniendo un orgasmo.







































Nota:

La canción del capítulo me la pidió una seguidora. Se llama Mimosas. Por si quieren escucharla en Spotify.

Discos de vinilo [ Jenlisa +18 ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora