Un Encuentro en las Notas de Amor

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"Jennie...

Llevo casi tres días en este lugar. Todo parece estar olvidado y oxidado. El frío de las cadenas perturban mi piel, y todas las noches son peores que la anterior.

No sé cuándo vayas a leer esto -en realidad, no sé si alguna vez lo hagas- pero quiero dejar plasmado lo que siento por ti en este papel quemado, con marcas de cigarrillo, escrito con un carbón que yo misma afilé, tallándolo en el pavimento de este lugar. Te siento cerca aunque estamos lejos; puedo jurar que te escucho buscarme; no estoy perdida, solo aún no intento volver. Estoy muy cansada de intentar volver, Jen. No lo sé, a veces me gusta pensar que quizá mañana, ya sabes, cuando estemos viejas... y se nos arrugue un poco el corazón, sabré quererte mejor. Hoy no pude.

Mi tiempo está contado, Jen.
Viniste a curar lo que dolía. E incluso si los días pasan, jamás dejaré de pensarte y buscarte en mis recuerdos... y si me quedo aquí para toda la vida, buscaré el camino a ti. Quédate aquí conmigo amor, quédate aunque sea en mi corazón.

No creo en las medias naranjas, ni en el amor a primera vista. Pero contigo fue diferente. Eres la luz de mi vida, la que me impulsó a mantenerme vida.

Si me quedo aquí, no llores por mi, por favor. Cumple tus metas, comete al mundo; eres la psicóloga más talentosa e inteligente que he conocido. Tienes un don, Jen. Yo siempre creí en ti.

Estuve perdida en un oscuro abismo durante lo que pareció una eternidad. Cada día en el hospital era un recordatorio constante de mi fragilidad y la lucha que tenía por delante. Mi voz estaba silenciada, pero mis oídos seguían funcionando. Escuchaba a las enfermeras, los susurros de otros pacientes y ocasionalmente, los sollozos de mi propia desesperación.

Sin embargo, hubo un rayo de luz en medio de la oscuridad. Jennie, mi valiente psicóloga, encontraste una forma de acercarte a mí en ese mundo silente. A menudo, después de nuestras sesiones de terapia, te sentabas a mi lado en la habitación del hospital y ponías discos de vinilo en un antiguo tocadiscos que habías traído.

Un día, mientras me encontraba inmersa en mi letargo, escuché la cálida aguja del tocadiscos haciendo contacto con el vinilo. La melodía suave de un piano comenzó a llenar la habitación, seguida por la voz de un cantante desconocido. Cantabas en voz baja, como si estuvieras compartiendo un secreto conmigo.

-You are the sunshine of my life- cantaste.

Aunque no podía responder, mi corazón se llenó de gratitud. Sentí tu ternura en cada nota y en cada palabra. La música llenó el vacío que mi incapacidad de hablar había creado, y me dio la sensación de que había un lazo especial entre nosotras, un vínculo que trascendía las palabras.

Las canciones variaban, desde baladas nostálgicas hasta canciones alegres que invitaban a la esperanza. Jennie, nunca dejaste de buscar nuevas melodías que pensabas que me gustarían. Cada día, mientras escuchaba las canciones que elegías, sentía que me acercaba un poco más a la superficie de la vida.

-And I will always love you-

La música se convirtió en un puente entre nosotras, una forma de comunicación que no requería palabras. Jennie, estabas allí, sosteniéndome en la oscuridad, compartiendo tu amor y esperanza a través de la música. Era un regalo que atesoraría para siempre, y mientras escuchaba tus canciones y tu voz suave al oído, supe que estábamos unidas en esta lucha, unidas por la melodía de la esperanza y el amor.

Por favor, sé feliz. Lo mereces.

Con cariño, Lalisa Manobal. La que se comió tus waffles."

- ¿cuándo ibas a mostrarme esto?- susurró aún en mi pecho. Me encogí de hombros. - amor, jamás iba a parar hasta encontrarte.- dijo en lágrimas.

Cuando Jennie me susurró esas dulces palabras, sintiendo su corazón latir cerca del mío, no pude evitar sonreír a pesar de mi incapacidad para hablar. La emoción se acumuló en mis ojos, y la miré con gratitud y amor. Ella había sido mi faro en medio de la tormenta, mi guía en las tinieblas de mi propia mente.

-No sabes cuánto significan para mí tus palabras y tu música. Me has encontrado en las notas de amor y en cada canción que compartes conmigo. Eres mi refugio, Jennie, mi razón para aferrarme a la esperanza-. Mis ojos se llenaron de lágrimas, y Jennie me abrazó con más fuerza, como si quisiera transmitir su amor a través de su cálido abrazo.

-Te encontré en el eco de tus suspiros, en el latido de tu corazón. Y nunca, nunca dejaré de buscarte, de amarte. Eres mi inspiración, mi razón para no rendirme-. Me susurró, estrujando aun más el abrazo.

Sentí la verdad en sus palabras, y su promesa de amor eterno se convirtió en un faro de esperanza en mi vida. Jennie y yo estábamos unidas por algo más que solo palabras. Nuestra conexión era profunda y significativa, y a pesar de los desafíos que enfrentábamos, sabía que nuestro amor era verdadero y duradero. Juntas, enfrentaríamos el mundo y sanaríamos nuestras heridas, escribiendo nuestra propia historia de amor en las notas de la vida. En los discos de vinilo...




















































Fin

Discos de vinilo [ Jenlisa +18 ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora