Capítulo 28

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- abriré en, 3... 2... 1...-

Un fuerte sonido se escuchó en todo el terreno, habían derrumbado por completo aquella puerta de metal sólido.

- ¡arriba las manos! Están bajo arresto por homicidio en primer grado, tráfico de drogas, abuso sexual y lavado de dinero. - gritó jimin, mientras apuntaba con su revolver a jackson.

Todos los agentes estaban dispuestos a atacar a como de lugar.

- ouh, tenemos... visita. - dijo Jackson con una risita sarcástica. - oficiales, no hace falta la agresividad, joder. - dijo mientras se sentaba en el suelo, justo a un lado de Lisa, quien todavía seguía encadenada.

- te lo advierto, Jackson, abriré fuego si sigues con tus juegos. - sentenció Jimin, ajustando su agarre al revolver. Sonidos de carga se escucharon. - suelta a Pranpriya. -

- entonces quieres a la epiléptica, ¿eh? - susurró. - bien, te la daré. - dijo con una sonrisa malévola mientras se ponía de pié. - y te advierto, Jimin, cuida tus palabras porque en un clic, puedo eliminar a todos tus pendejos. - giró una pantalla, mostrando cámaras de vigilancia donde en ellas se veían a todos los agentes preparados para entrar cualquier orden. Jimin tragó.

- Jackson, sabemos el tipo de criminal que eres, jamás expondríamos a nuestra gente así. - habló contundente Jimin, quien reafirmó su agarre al arma. Wang sonrió soberbio.

- ¿sabes? Me agradabas. - dijo Wang, viéndome a los ojos. Todos los agentes en la sala lo apuntaron a él en símbolo de protección hacia mi. - debí matarte cuando pude. - susurró, aun con su vista en mi.

Jackson caminó sin mucha prisa hacia Lalisa, la cual desencadenó sin dificultades, la tomó te ambos brazos y la pegó a su cuerpo, para posteriormente colocarle la boquilla de su arma en la garganta. La delgada mujer cerró los ojos asustada.

Tres disparos se escucharon, todos dirigidos a Lisa.

- ¡Lalisa! ¡No! -

- ¡disparen! ¡Joder! - gritó desgarrandose la traquea, Jimin. Absolutamente todos hicieron caso.

- ¡maten a estos bastardos! - fulminó en defensa, jackson.

Un agente me tiró al suelo y me arrastró a una zona segura, pude ver como todos los sargentos eran heridos de bala, e inmediatamente mi vista fue hacia Lisa, quién bañada en sangre, intentó cubrirse con uno de los cuerpos de algún agente sin signos vitales.

- ¡tienen que sacarla de aquí! - se escuchó la voz de Jimin por el chicharo, e inmediatamente el agente que me cubría asintió. - ¡atención a todas las unidades! Misión control, abran fuego. -

Una fuerte explosión proviniendo del perímetro de la residencia se escuchó, pronto la casa estaría en llamas por lo que debíamos actuar rápido si queríamos salir con vida de esto.

Mi vista se clavó en ella, me arrastré hasta donde Lalisa y le tomé el pulso: aún estaba viva. - vas a estar bien, lo prometo - dije mientras la cubría con mi cuerpo de las balas perdidas. Las disparos habían dado en su pierna derecha, pié izquierdo y la última había rozado su cadera.

- ¡saquenlas, ya! - volvió a gritar Jimin desesperado, pues no quedaba mucho tiempo. Cuatro oficiales acudieron a donde nosotras, llevándonos a duras penas fuera del residencial.

- ¡necesitamos ambulancias! ¡Llamen a una estúpida ambulancia! - grité. Varios hombres respondieron por medio del audífono.

Llevaban a a Lisa en brazos, tenía severos golpes y había estado sin comer, además de las heridas de bala, parecía tener costillas rotas. El agente la trasladó hasta las afueras del terreno, practicando en ella primeros auxilios.

- joder, le dieron en la pierna. - dijo preocupado el oficial. - resiste, por favor. - agregó, mientras hacía presión en la herida. La pérdida de sangre era increíble.

Una gran ola de fuego se alcanzó a ver, trozos de escombro caían a nuestro lado, helicópteros de la CIA ya se encontraban iluminando y disparando hacia la vivienda. Estaba de más decir que habían muertos.

Pov Jimin.

- Jackson, no hagas las cosas más difíciles y entrégate. Ya tenemos a todos. - dije mientras peleábamos. Me dio un golpe en la nariz, lo que hizo que mi agarre se aflojara, permitiéndole tener ventaja.

- te felicito, en verdad lo hago. - soltó altanero mientras se limpiaba la sangre de sus nudillos. - lograste encontrarme, guau. -

apreté la mandíbula.

- eres un cínico, Jackson. - dije enojado, poniéndome firme.

Sonrió y corrio hacia mi, soltandome varios puñetazos. Fallando todos.
Grité de la impotencia, dándole varios puños en su cara, golpeé sus canillas, provocándole un dolor extremo; aproveché y con el mango de mi arma, herí su cuello, dejándolo casi inmóvil.

Aún con todo eso, el bastardo no se rindió: mordió mis tobillos lo más fuerte que pudo, haciendo que sangre casi de manera inmediata.

- suéltame, mierda. - grité del dolor. Golpeé sin parar su cabeza, dejándolo casi inconsciente. Pero se detuvo.

- tu ganas. - dijo llorando. Fruncí las cejas. - lo hice, yo asesiné a todas esas mujeres, lo llevo haciendo desde que tengo diecisiete años. - soltó en lágrimas. - asesiné a Jin, lo decapité al bastardo, ¿puedes creerlo? - dijo en risa. Tragué asqueado.

- te morirás en la puta cárcel. - solté sin escrúpulos. Sonrió.

- lo sé, y por eso te confiezo todo a ti... - dijo con una sonrisa amplia. - mandé a matar a la madre de pranpriya, por hocicona. -

Abrí mis ojos ampliamente y me puse de pie, casi olvidando mis lesiones. Tomé mi radio, pero antes de poder avisar, Jackson lo tiró al suelo.

- no tiene caso, seguramente ya esté tiesa. - dijo divertido. Lo miré con desprecio. - mientras discutíamos, ellos ya habían... - y con sus manos, hizo una seña de decapitación. Bajé la mirada.

- ¿qué más has hecho, Wang? -

- ooh amigo, Pranpriya me odia. - dijo en una risa. Asentí. - ¡¿sabes porqué me odia, amigo!? -

- no soy tu jodido «amigo», no me llames así. - grité enojado. - y sí, sé porqué; por la misma razón que todos te queremos muerto. -

- la violé con tres botellas, Jimin... Le metí lápices por el ano y golpeé su abdomen con mi pie hasta que salgan disparados todos. -

Un nudo se formó en mi tráquea, mis ojos se llenaron de lágrimas. Cuánto había sufrido esa muchacha, la de ojos color avellana. Le había fallado, todos le habíamos fallado.

- no le dejaba orinar, y si lo hacía, tenía que beberselo. - contó serio. - recuerdo que una vez llegó feliz por una nota alta en su colegio... Le hice meterse el examen por el ano, cagarlo y luego comérselo. - soltó una carcajada. - nunca jamás volvió a casa con alguna nota, ¿puedes creerlo? -

- es suficiente, Jackson; ojalá te pudras el resto de tus días en esa maldita cárcel. Ahí te harán la vida imposible, te harán el triple de cosas de las que le hacías a Lalisa. - grité casi en llanto. Me había conmovido la situación que vivía la ojimarron.

Al salir del lugar, Jackson no paró de reírse al ver todo el desastre a su pasó, e inclusive en el tribunal, siguió riéndose, como si de una broma se tratase.

- podré morirme en ma cárcel, jimin, pero eso no hará revivir a nadie de los que maté... incluyéndote. - dijo mientras lo subía al auto que lo trasladaría a la Corte. Soltó una carcajada.

No te tengo miedo... Pensé.

Discos de vinilo [ Jenlisa +18 ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora