Capítulo 15

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Pov Jennie

- oh, por Dios, Zayn. - dije para salir corriendo de mi lugar e ir directamente hacia aquella mujer que había caído al suelo de manera irregular. - ¡Lisa! - grité con asombro hacia Malik, pues conforme más me acercaba, más reconocía a aquella chica.

Estaba usando la sudadera que le había dado esta mañana, sus jeans dejaban ver parte de sus delgados muslos.

- ¿la conoces? - preguntó Zayn con sorpresa. Asentí frenéticamente y me agaché en el suelo para sujetarla.

- no te quedes ahí parado, ¿vas a ayudarme o qué? - dije al ver cómo intentaba componer su posición, fallando en todos los intentos.

- no, no, no te levantes, yo te tengo. - dije mientras cogía con cuidado su cabeza. Su semblante estaba perdido, su mirar estaba vacío, su rostro era un poco más pálido que en la mañana, y su cuerpo derramaba frío y miedo. - ¡Zayn, no te quedes ahí parado, maldita sea! -

- ¿y qué mierda hago? - dijo aquél hombre castaño de ojos color miel. - no sé qué hacer, Jennie. - dijo nervioso.

Bufé y miré con compasión a la niña que había robado mi aliento en tan solo momentos. La tenía en mis brazos, me veía fijamente, parpadeaba sin prisa. Sus ojos adormilados se iban cerrando de a pocos.

Sentí ganas de llorar, y no me negué a hacerlo.

- ayúdame a llevarla a mi departamento. - dije con la voz entre cortada. Zayn asintió y la levantó fácilmente, y salimos del club a paso rápido.

Al ser un auto deportivo, tuvimos que sentar a Lisa en mis piernas. Sus ojos estaban cerrados completamente, su boca semiabierta y su respiración era tranquila, sin embargo, tenía pequeños espasmos en su cuerpo y una ligera capa de saliva comenzaba a salir de su boca.

- apresurate, Zayn, creo que está teniendo un ataque o algo. - dije mientras la abrazaba más fuerte a mi. Coloqué su cabeza en mi hombro y le saqué la lengua para evitar que se mordiera por los espasmos. - estarás bien, pequeña, reciste un poco más. - le dije en un susurro.

- ¿Deberíamos llamarle a sus padres? - preguntó Zayn alterado. Nos había tocado semaforo rojo, por lo que ambos maldecimos. - ¿qué le sucedió? Parece una calavera. - preguntó en un susurro audible, sin embargo, en su voz había un toque de asco.

- vete al jodido diablo. - dije mientras abría fuertemente la puerta del auto, saliendo a duras penas con Lalisa en mis brazos. Era muchísimo más alta que yo, pero debido a su peso, me era fácil cargarla.

- ¡Jen! ¡Espera! - gritó Malik intentando detenerme, pero ya había cerrado la puerta.

Caminé a paso rápido a la acera, era de noche y las calles estaban relativamente vacías. Lisa seguía en su propio transe y a decir verdad, tenía miedo de perderla.

- Jen, por favor, esa jovencita podría tener alguna enfermedad grave, simplemente llama a una ambulancia y déjala aquí. - dijo el ojimiel. Estaba de más que mi furia era alta, así que simplemente me limité a respirar hondo.

- no me vuelvas a decir así, ¿de acuerdo? - soltó con rabia. Saqué mi móvil y marqué al número de la ambulancia.

- Jennie, por Dios, estábamos en una cita, ¿por q... - intentó agregar. Pero lo interrumpí. Bufó irritado.

- ¡Hola! Buenas noches, sí. - dije con desesperación al joven que había contestado mi llamada. - sí, estoy en la calle... - dije mientras intentaba enfocar mi vista en el cartel Indicador. - calle 25 de london club. - concluí.

Zayn simplemente veía seriamente a Lalisa.

- de acuerdo, sí, sí respira y tiene pulso. - dije mientras colocaba dos dedos en la yugular de mi castaña. - muchísimas gracias. - dije y colgué.

Guardé mi móvil a duras penas y coloqué en una mejor posición el cuerpo tenso de la menor. Acomodé sus cabellos con dulzura. Lágrimas silenciosas caían por mis mejillas, y sollozos ahogados amenazaban con invadir mi cuerpo.

Estábamos en silencio, nadie hacía ruido alguno. Se escuchaba la brisa de aquella fría noche, el pasar de las hojas de los árboles era nuestra única compañía. Tanto Lisa como yo nos veíamos fijamente, o bueno, yo lo hacía.

- vivo de una ilusión, que jamás será verdad. - tarareé susurrandole al oído mientras acariciaba su mejilla. - si llego a tu estación, y vuelo a otra realidad... - continué.

El sonido de la ambulancia empezó a sonar desde lejos, tanto Malik como yo nos miramos y nos incorporamos. Aún sostenía con mucha delicadeza a mi castaña.

- señorita, permítanos encargarnos. - dijo un hombre alto de cabello alborotado. Asentí y le entregué con dificultad a mi inglesa de tez pálida. - ¿usted irá con la joven en la ambulancia? - preguntó. Y una vez más asentí frenéticamente.

- Jennie, no lo puedo creer... - soltó con enojo Zayn. Lo volteé a ver extrañada. - esa niña arruinó nuestra cita. - dijo sin más. Me acerqué hasta él y le solté una gran bofetada.

- eres un gran idiota. - dije con la voz rota de la impotencia. ¿Cómo alguien podría ser tan frío y poco humano ante una persona débil? Me era simplemente ilógico.

Me di la vuelta y volví a ingresar a la ambulancia, la cual, empezó su trayecto hacia el hospital en cuestión de segundos.

Estaba sentada a un lado de la camilla, Lalisa llevaba conectado un catéter y suero. Me llevé las manos a mi cara y maldecí en mi mente, bufé y la volteé a ver con preocupación.

- ¿estará bien? - pregunté al aire sin apartar la vista de sus labios resecos. Tragué un poco.

- descuide, solo se desmayó, está bien. - dijo pacíficamente el hombre. Asentí y me relajé un poco.

Como si de una jugada del destino se tratase, la máquina donde controlaban su pulso empezó a sonar fuertemente, levanté la vista hacia la castaña, la cual, estaba temblando y sacando espuma de la boca.

- ¡cuadro de epilepsia! ¡Tenemos un cuadro de epilepsia! - gritó el hombre, a lo que los dos enfermeros atendieron directamente y se dispusieron a cambiar mantas, suero, agujas y más. - no estoy sintiendo su pulso... - dijo débilmente uno de los enfermeros.

Mi mundo se vino abajo.

Todo se tornó tan jodidamente pesado y lento. Mi corazón latía fuertemente.

Las puertas de la ambulancia se abrieron con fuerza, mucha gente vestida de blanco ayudó a sacar la camilla, yo los seguía, pero no sabía qué estaba pasando exactamente, me sentía mareada.

- ¡a un lado! ¡Código rojo de mortalidad! ¡Paciente con epilepsia y posible cuadro depresivo! - no dejaba de gritar ese hombre.

Discos de vinilo [ Jenlisa +18 ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora