Jugadoras, gerentes, espectadores....
Aquí podremos ser todo lo que queramos.
Aquí, podremos reír y llorar, enamorarnos y odiar.
Viviremos una vida junto a nuestros jugadores favoritos, y como diría Mark...
¡Juguemos al fútbol!
-¿Qué es lo que tienes en el móvil que no dejas de mirarlo?
Su voz sobresaltó a la joven haciendo que soltara un chillido y apoyara el móvil a su pecho cubriendo la pantalla como acto reflejo.
-¿Y a ti qué te pasa?- se sobó la oreja el chico. -Ni que estuvieras haciendo algo ilegal.
-Yo... no.. ¡Eres tú quien hace algo ilegal!- le espetó recuperándose del susto. -Vuelve a intentar ver algo en mi móvil sin avisar y te denuncio por violación de la privacidad.- se giró caminando hacia otro lugar con la cabeza en alto bajo la atenta mirada de los chicos, quienes dejaron sus tareas de lado al oírla chillar.
-¿Qué le pasa a tu hermana?- le preguntó su compañero al chico.
-Seguramente no quería que viera su biblioteca de Wattpad.
-Me pregunto que tiene allí..- murmuró el joven pensativo.
-Antes te dejará ver su cajón de ropa interior que la aplicación.
-¿Eh?.. Yo no.. no..- su cara roja y su tartamudeo dejarían a cualquiera de los presentes anonados.
-Ohh vamos, - sonrió viendo su rostro sonrojado. -se perfectamente que te mueres de ganas por saber que ropa interior usa mi hermana.-comentó con una sonrisa ladina antes de darse la vuelta para ir hacia su otro amigo que lo llamaba.- Pero intenta averiguarlo y me olvidaré de que eres mi amigo y te cortaré en pedazos luego de pedirle a Axel que te destroce con sus balonazos.
El aludido trago fuertemente nervioso, su amigo podía ser muy amenazante cuando quería.
La joven caminaba con decisión a la habitación en donde guardaban todas las decoraciones para ayudar a su amiga. Justo en la entrada del centro se encontró con Mark Evans, el que fue el capitán del Inazuma Japón justamente un año atrás. Al verla se quedó parado en la puerta mientras su rostro palidecia, Venus preocupada se acercó a él justo en el instante en que este se tapaba la boca fuertemente.
-Mark, ¿estás bien?- él asintió moviendo la cabeza todavía con las manos en su boca. -¿Seguro?- preguntó consiguiendo quitarle las manos de allí a pesar de su forcejeo.
-No lo hagas..- suplicó.- No me tires de la lengua..
Venus sonrió maliciosamente a sabiendas de lo que pasaba.
Mark Evans sabía un secreto.
Todo el mundo sabía que Mark Evans no podía guardar un secreto.
-Querido amigo..- sonrió dulcemente. -¿Algo que me quieras contar?
Negó con la cabeza recibiendo al mismo tiempo un asentamiento de ella.
-Seguro que si..- afirmó viendo como este miraba en todas direcciones. Ya lo tenía, solo faltaba un poquito más. -Yo no se lo contaré a nadie, lo sabes ¿no?- sonrió inocentemente.
