57. Acciones

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Lucien Dark

Pedido de @niki-liky

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Pedido de @niki-liky

–Papi...

–¿Ya está la cena lista, mi amor? – inquirió alzando la vista de sus papales durante un instante, a lo que la joven asintió.

Su padre se levantó del escritorio bajo su atenta mirada. Lo observó dubitativa con mil palabras buscando salir de sus labios, y sin ningún resultado positivo previsible.

–¿Sucede algo? – preguntó al verla todavía parada en la puerta con la boca entreabierta, como si quisiera decirle algo, pero no se animara a hacerlo.

–Te quiero. – sonrió antes de darse la vuelta y marcharse sin esperar ninguna respuesta de su padre, y sin siquiera ver la sonrisa de adoración que se dibujó en él.

Bajó las imponentes escaleras siguiendo el rastro de su hija, que ya se encontraba sentándose en la gran mesa de comedor visible desde las escaleras.

Sonrío viendo como su esposa e hija tomaban asiento a la derecha e izquierda de su asiento habitual en la cabecera de la mesa. Había algunas tradiciones a mantener, pero algunas otras se debían de demoler, y sentarse cada miembro de la familia en una punta para él no era una opción.

Tomó asiento en su lugar y el mayordomo de la familia se encargó de comenzar a servir la comida.

–Oye, papá...

–¿Si, cielo?

El silencio se plasmó en el lugar y ninguna palabra salía de los labios de la joven. El entrecejo del adulto se frunció ante la falta de palabras de su hija. ¿Qué le sucedía? Llevaba todo el día rara, parecía querer contarle algo pero luego se echaba para atrás. Por mucho que quisiera dejarle su espacio, a sabiendas de lo explosivos que podían llegar a ser los adolescentes, ya le comenzaba a preocupar la situación.

–¿Sucede algo? – cuestionó.

–Hicieron tu plato favorito.

–¿Ah, sí?

La joven asintió centrando su mirada en el plato frente a ella. Su padre intercambio una mirada con su mujer, quien le sonrió y se encogió de hombros musitando la palabra adolescentes, haciéndolo sonreír. Comenzó a degustar el platillo feliz. Aquel plato siempre le recordaba a cuando sus padres todavía vivían y él se negaba comerlo porque no le gustaba. Ahora se habia convertido en su favorito, tan solo para conservar el dulce sabor de esos recuerdos.

–Estoy saliendo con Lucien Dark.

Un sepulcral silencio se hizo presente en el lugar, dejando a todos los presentes en el comedor petrificados. Un jadeo escapó de Frederick, el mayordomo de la familia. Hacia años que no habia oído ese apellido en la casa, y que hoy brotara de la señorita no podía ser nada.

One Shots Inazuma ElevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora