Jugadoras, gerentes, espectadores....
Aquí podremos ser todo lo que queramos.
Aquí, podremos reír y llorar, enamorarnos y odiar.
Viviremos una vida junto a nuestros jugadores favoritos, y como diría Mark...
¡Juguemos al fútbol!
Aclaración: Este OS tiene una relacion con el anterior, estan situados en la misma línea temporal.
Axel Blaze
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No podia creerlo. O tal vez no queria...
Todavia recordaba cuando se entero de que iba a ser padre. Tenia diecinuueve años, y muchas metas por delante. Jamás se le cruzo por la mente abandonarla, a diferencia de la progenitora, que al tener la misma edad que él, se asustó. En cuanto dió a luz se fue sin mirar atrás.
La vió crecer, la vió soñar, la vió reir, la vió llorar, pero tambien la vió caer y levantarse.
Todo sin una madre para que le diera su amor y ternura.
Cierto que tenía a Julia y a la Nana, que fue como una madre para él mismo, cuando la suya falleció, pero a pesar de ello, él sabía que su hija no veía a ninguna como su madre.
A Julia siempre la consideró su amiga, y su tía obviamente, mientras que a la Nana la consideraba como una abuela.
Y apesar de todo el amor que le dieron, no pudieron sustituir el calor maternal. Tuvo que ver como su hija regresaba llorando y se encerraba en si misma por las palabras que, sus comapeñro de clase le decían a la corta edad de tres años.
Tuvo que ver como cada navidad le pedía a Santa Claus que le trajera una mamá. Como cada que soplaba las velas deseaba lo mismo en susurros, deseba tener una mamá.
La amaba tanto que lo intento. Tuvo unas cuantas citas con mujeres. Habia algunas que sólo estaban interesadas en estar con él. Otras que solo querían el dinero. Y la que mas duró, le surgió una oferta de trabajo y se fue.
Y eso no era lo que Meyre necesitaba. No. Ella necesitaba a una mujer constante en su vida, alguna que no la abandonara a la mínima y que la amara incondicionalmente.
Si lo intento fue por amor a su hija, pero aún así era tarde. Cada día y noche que pasaba se fue encerrando en si misma, creando una coraza a su alrededor. Y las palabras de las personas no hacian más que hechar leña al fuego.
"No tienes mamá"
"Te dejó porque no te quería"
"Nunca tendrás mamá, porque nadie te quiere"
Por más que la cambiara de colegios o que hablara con los padres, hasta acabó dandole un balonazo a uno de ellos, por muy poco ético que fuera.
Él tenia parte de culpa de esas palabras, puesto que ser jugador de fútbol tiene sus desventajas es cuanto a privacidad. En cuestión de segundod todo el mundo sabía que tenia una hija, y que la madre la abandonó.
Por todo aquello y más, estaba absorto en la imagen que se proyectaba frente a él.
Una cabeza rubia y otra pelirroja tenian la cabeza agachada observando y arreglando algo muy meticulosamente mientras se reían.
