Jugadoras, gerentes, espectadores....
Aquí podremos ser todo lo que queramos.
Aquí, podremos reír y llorar, enamorarnos y odiar.
Viviremos una vida junto a nuestros jugadores favoritos, y como diría Mark...
¡Juguemos al fútbol!
-¡Cuidado!- gritó alguien. La castaña despertó de su ensoñación al escuchar el frenazo a su izquierda.
-¡Pero se puede saber que hace!- gritó encarandolo - ¿Acaso no sabe conducir? Olvide la pregunta, es obvio que no.
-Si tu tuvieras más cuidado- gruñó en respuesta.
-¿Acaso esta ciego también? Porque para no ver el semáforo rojo para usted hay que ser un cegata a lo bueno.
-¿Y acaso a ti no te educaron en casa, niñata?- salió de su coche enfurecido. No iba a dejar que una niñata lo humillase.
-Mejor educacion que la suya seguro que si, porque hasta el momento sigo hablandole con respeto. Simplemente soy realista.
Y tal cual dijo esas palabras se fue. Dejandole con la palabra en la boca.
Cuanto más se acercaba al punto de reunión más nerviosa se ponia.
Hoy lo hare, hoy se lo dire.Hoy es el día.
Se animó a si misma.
-Si es que hay que ver a que gente le dan el permiso de conducir, un poco mas y me mata.
-¿Quién te mata?- alzó la mirada viendo que ya había llegado. Es más, estaban enfrente suyo.
-Un loco cegata- respondió como si nada.
-¿Donde esta Archer?- cuestionó un
-¿Como voy a saberlo yo?- alzó una ceja de manera interrogante.
-Pues como vosotros sois novios..
-Por milesima vez, somos mejores amigos, no novios.- interrumpió a Justin. Estaba cansada de ello, y cuanto mas lo decian mas le molestaba. Probablemente, la molestia era a causa de no ser lo. Lo último que necesitaba era que le recordasen cada día lo que no podia tener.
Optimismo, se optimista.
Se repetía en al mente anulando esos pensamientos negativos, si no lo hacía se acobardaria.
-Nah, -hizo un ademán con la mano restandole importancia.- eso son solo nombres, la cuestión es que yo huelo el amor en el aire- inspiro fuertemente.
-Lo que tu hueles es la cagada de perro que hay a tu lado- señalo, haciendo que el resto se riera.
-Que graciosa- se burló Justin, una vez se alejó de ello.- Pero no es culpa mia que parezcais una pareja. Si le digo que casi te aptropellan le da algo seguro.
-No es necesario ser pareja para eso, idiota.
-¿A quien han atropellado? ¿De que pareja habláis?- apareció diciendo Archer. Llevaba las manos en los bolsillos del pantalon.
