Jugadoras, gerentes, espectadores....
Aquí podremos ser todo lo que queramos.
Aquí, podremos reír y llorar, enamorarnos y odiar.
Viviremos una vida junto a nuestros jugadores favoritos, y como diría Mark...
¡Juguemos al fútbol!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pedido de @nayarasoria_
-¡Es que no lo soporto! - gritó golpeando la mesa.
-Cálmate, por favor. - trató de apaciguarla Sky.
-¿Qué me calme? ¿Tú has visto lo que me hizo?
-Solo te dijo que apuntaras mejor. - susurró, sin embargo, se arrepintió al instante al ver la mirada que le dedicó.
-Pero no es solo eso. Es que... Es que... ¡Es él!
-Sí, sí, ya sabemos que estás loca por él.
El comentario despreocupado de Jade le sacó un jadeo a las otras dos gerentes, quienes observaron preocupadas la reacción de la jugadora. Todas pensaban lo mismo, pero jamás se habían atrevido a decirlo en voz alta por temor a su reacción. Sin embargo, era conocido por todos que a Jade le costaba controlar lo que salía de su boca, no estaba acostumbrada a pensar las cosas dos veces.
La castaña cayó sentada en la silla mientras no alejaba su mirada de la pelirroja de ojos verdes, tratando de entender el mensaje oculto en sus palabras, porque evidentemente debía haber un mensaje oculto, no podía estar diciendo lo que ella creía que estaba diciendo.
-No te creí del tipo que se drogaba, Jade.
Eso fue lo único que pudo salir de sus labios. Una expresión de ofensión comenzó a tomar forma en su rostro y las muecas de asco se abrieron paso.
-La mierda que te han vendido es de muy mala calidad, pelirroja. Yo que tu no vuelvo a comprar allí. - espetó antes de levantarse y largarse del lugar sin mirar atrás.
El silencio llenó el lugar ante su repentina ausencia.
-¿Por qué dijiste eso, Jade? - le reclamó de inmediato Sky. - La ofendiste.
-Es irritante como no deja de quejarse de él. Es obvio que esta locamente enamorada de él. Solo hace falta verla como lo busca con la mirada siempre. - explicó.
-Ella no estaba lista para escuchar eso. - negó Rosie con la cabeza. - Creo que ni siquiera se le habia pasado por la mente. Creo que acabas de saturarle el cerebro.
-Pues ya va siendo hora de que se de cuenta. - espetó ella cruzándose de brazos. - No hacen más que perder el tiempo, y ya que él no parece dispuesto a dar el primer paso que sea ella. Es mi amiga también, y solo quiero que sea feliz.
Mientras las otras dos gerentes pensaban en las palabras de Jade, la jugadora se encontraba caminando pensando en lo mismo. La incredulidad ante las palabras de su amiga no minoraba, sino que cuanto más lo pensaba más estúpido le parecía.
-¿Cómo va a gustarme él? - se preguntó en voz alta a sí misma gesticulando con sus manos, importándola un mierda quien la viera. - ¡Él! - espetó exasperada e incrédula. - ¡Lo odio!
