21. Rehuyendo

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Paolo Bianchi

Pedido de Stories_242

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-Sube la mano y grita gol..

Hundió su rostro mucho más en la almohada esperando apaciguar el sonido de aquella molesta llamada. Suspiro cuando se detuvo y con una sonrisa en su rostro se acomodo para continuar con su sueño. No pasaron más de dos segundos cuando aquella melodía volvió a hacerse oír en la habitación. Con una mueca de frustración se giró para poder tomar el teléfono, y por mucho que la idea de colgar a quién sea que se atreviera a interrumpir su sueño era tentadora, decidió tomarla. Descolgó la llamada y se llevó el teléfono al oído sin mirar tan siquiera quien era.

-¿Quién tiene los ovarios de interrumpir mi sueño?- gruñó inmediatamente con el sueño intentando volver a invadir la.

Un pequeño ajetreo se oía en la otra línea junto a unos susurros antes de oírse una voz clara y fuerte.

-No seguirás dormida ¿no? Me prometiste ayudarme con los chicos.

La voz de su hermano la hizo incorporarse de inmediato.

-Claro que no,- intentó deshacerse del nudo de colchas en el que estaba metida -¿Por quién me tomas?- consiguió levantarse y correr hacia el armario para tomar lo primero que encontró.

-Yo no soy tu, estoy de camino.

-Claro, te veo allí en cinco minutos.- colgó sin miramientos.

"¿Cinco minutos? Ni que fuera Rayo McQueen" pensó mientras iba al baño saltando a una pierna intentando colocándose los pantalones.

⚽ · ⚽ · ⚽ · ⚽

-Ya llegué.- hiperventiló una vez se detuvo frente un Jude Sharp con la mirada fija en los documentos.

Alzó su mirada de las hojas para observar a la melliza de su excapitán agotada por lo que debía ser una larga carrera antes de regresar la vista a las hojas con una sonrisa.

-Sabía que te habías quedado dormida.

La castaña alzó su frente simulando estar ofendida.

-¿Yo? Jamás.

-Ya... Haré como que te creo, solo porque tienes asuntos mucho más importantes por atender.

-¿A sí?- preguntó extrañada intentando recordar. -¿Qué asuntos?

El estratega no tuvo tiempo para responder cuando un pelirrosa se paró enfrente de ambos.

-Profesora Evans, Riccardo está muy desanimado desde esta mañana y no me cuenta que le pasa. Estoy muy preocupado de que esto de la revolución le sobrepase.

Ser el capitán de un equipo que promovía una revolución de la cual dependía la recuperación del fútbol era una carga pesada.

Venus y Jude comprendían que algo así fuera demasiado para un adolescente que simplemente deseaba jugar libremente.

One Shots Inazuma ElevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora