17. Sacrificios

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Caleb Stonewall

Mis ojos siguen fijos en aquel chico de cresta que está parado frente a mi

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Mis ojos siguen fijos en aquel chico de cresta que está parado frente a mi.

Despues de tanto tiempo..

Esta frente a mi..

-¿Vas a seguir mirandome como si fuera un fantasma durante mucho tiempo? Lo pregunto para tomar una silla y ponerme cómoda..- aclara señalando la silla.

-Pero... Tu... ¿De donde mierdas has salido?- frunce el entrecejo, cambiando su expresión sorprendida por una de enojo.

¡Ups! Creo que se ha enfadado..

-Del vientre de mi madre... Creo..- me coloco el dedo en la barbilla fingiendo pensar.

-Emiko..- su tono resuena amenazante.

-¿Y ella quien es?- oigo que muramura uno del monton de chicos que nos estan mirando.

Los reconozco como los jugadores del Inazuma Japón, y por ende deben ser amigos de Caleb.

-¡Hola!- saludo sonriente acercandome. -Soy Emiko Calts..- no termino de presentarme cuando ya me ha interrumpido.

-¿Que haces aquí?- siento su mano tomarme del brazo y girarme hacia él, deteniendo al instante mi caminata hacia los chicos.

Joo, yo quería saludarlos..

-No se... Dime tu que haces aquí...- le respondo con otra pregunta, justo lo que él odia que haga.

-Emiko..- vuelve a murmurar con su tono amenazante haciando que se me erice la piel. -Lo preguntaré una última vez, ¿que mierdas haces aquí en vez de estar en Italia?

-Gané el concurso Italiano..

-Eso lo se, - afirma. -pero eso no explica que haces aquí. Deberías estar practicando para las Olimpiadas.

Sus ojos indagan en mi pidiendo una y mil explicaciones, pero solo tengo una respuesta.

Una que siento como me martillea por dentro, que me ha arrancando más de mil lágrimas duarnte todo el vuelo.

Pero me niego a contarselo.. No quiero..

-Vine a verte.. ¿Tu no me has extrañado?- sonrío intentando desviar su atención.

Resopla frustrado y irritado por mis evasivas.

-Si tu no me lo cuentas, hablaré con el detective.- suelta mi brazo para irse en dirección a la puerta.

-No, espera..- me apresuro a seguirle pero un aullido de dolor escapa de mis labios mientras lentamente siento como mis ojos se inundan en lágrimas.

Se acerca rápidamente a mi y su rostro amenazante y enojado se va transformando en uno de preocupación y dolor.

-¿Que pasó?- pone sus manos en mis mejillas de una manera sumamente delicada, como si tratara un objeto de porcelana.

Y yo misma me siento de cristal...

One Shots Inazuma ElevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora