Jugadoras, gerentes, espectadores....
Aquí podremos ser todo lo que queramos.
Aquí, podremos reír y llorar, enamorarnos y odiar.
Viviremos una vida junto a nuestros jugadores favoritos, y como diría Mark...
¡Juguemos al fútbol!
- Kiara, pásame el balón.- miro a mi izquierda a Shawn.
-Toma.- le doy un pase perfecto para ver como avanza a la portería. Si alguien es capaz de marcar es él.
Detienen su tiro. Y la perplejidad en su rostro es notable. Sus manos se vuelven puños mientras mira con rabia al portero.
En un abrir y cerrar de ojos nos han metido un gol. Otra vez nos toca sacar de centro.
Kevin me da un pase y avanzo a la portería. Si Shawn no puede marcarle debo hacerlo yo.
-El balón.- escucho su grito a mi lado.
-Intentaré marcar yo.- le aviso esquivando a un defensa con un regate.
-He dicho que me pases el balón.- insiste, me giro a mirarlo para verlo diferente. Su aura es mucho más agresiva.
-He dicho que chutaré yo.
-Déjala tirar. - grita Mark desde la portería.
Siento un fuerte empuje que me desestabiliza.
-¡¿Qué es esto?!- grita el comentarista - Shawn Frost le ha robado el balón a su propia compañera.
Ignora mi mirada asombrada junto a la de todo el equipo para intentar chutar, pero el silbato que da por finalizado el primer tiempo resuena en el campo.
-Eres una inútil.- se vuelve a mi enojado- Si me hubieras pasado el balón cuando te lo dije... Tenia una visión perfecta. Ni pasar un balón cuando toca sabes hacerlo..
-¿Ehh?- lo miro perpleja ante sus palabras. Me levanto del suelo para acercarme.
¿Y a este que le pasa?
-No se que te pasa, pero cálmate.- coloco mi mano en su hombro.
-¡¿Que me calme?! Tu no sabes ni chutar. Ya me encargaré yo de llevar el balón a la portería si no sabes hacer ni eso.- gruñe para girarse.
-No seas tonto. Me necesitas para...
-¡No te necesito! Solo eres un estorbo en mi camino.- se gira para mirarme. Sus ojos amberinos son fieros, como si mi presencia le diera asco.- ¿Por qué no dejas de pegarte a mi? ¿No entiendes que no me importas? Es más a nadie le importas. Por alguna cosa tu familia te abandonó. ¡Así que date cuenta de una maldita vez y aléjate de una jodida vez de mi!
Jadeo mientras sus palabras impactan en mi una tras otra. Como dardos en una diana.
Siento un vacío en mi pecho. Causándome un dolor abrumador.
