Princesa Valiente

Capítulo 19

POV.ANASTASIA

Me levante y observe al señor Grey dormir tan plácidamente que decidí no despertarlo. Anoche me asombré de las cicatrices que tiene, en su pecho y espalda por un momento pensé que eran de varicela, no muy convencida, decidí obsérvalas mejor y a mi perecer, creo que son quemaduras. No sé ¿Cómo se las pudo provocar el? Es algo muy extraño.

Retiré las almohadas que puse, como muro en la cama, como es la única cama que tengo al menos es grande. Fui a la sala y vi a mi nuevo acompañante mover su cola.

—Dormiste bien amiguito— acaricie al pequeño cachorro, tendría que escogerle un nombre—Mmm... veamos que nombre te agrada.

—Firulais—dije al azar y el cachorro bramo. Sonreí al parecer no le ha gustado.

—Esparki—y siguió bramando definitivamente estaba difícil

—Ya sé que tal Jacob— dije y el perrito movió la cola y aulló, al parecer ese nombre le había agradado— perfecto entonces Jacob será tu nombre amiguito.

Tome mi bolso para ir a trabajar ya había dejado todo organizado en la mesa para que el señor Grey pudiera desayunar.

Mientras iba en el colectivo pensaba en lo de anoche que habría ocurrido con él, estaba herido y borracho. Talvez no tuvo un buen día como yo. Supongo fue eso. ¡Que más podría se!

Llegó a la empresa y me dirijo a mi cubículo prendo la computadora y espero que Andrea llegue.

—Hola Ana ¿Cómo estás? — dice Andrea llegando a mi lado.

—Hola Andrea, estoy bien— digo sonriendo

—Dime solucionaste lo de ayer —pregunta ella

Asentí.

—Si no era nada grave —dije. Aunque si me dolió recordar. Tener que irme de mi casa no fue fácil pero no había de otra. Suspiro.

Seguimos trabajando ya eran las 9:30 y aun no llegaba el señor Grey, sería que no vendría hoy. Me levante de mi silla para ir a la cafetería por un té.

—Andrea, no quieres algo de la cafetería —le pregunte

—Un café no estaría mal —dijo sonriendo

—Bueno ya vuelvo— dije

Mientras esperaba mi pedido una voz que no me agradaba me llamo.

—Señorita Lambert es muy grato verla por aquí— dijo el señor Rodríguez

—Buenos días señor Rodríguez —dije mirándolo

—Le invito un café —dijo sonriendo — y así platicamos que le parece— murmuro acercándose a mí. Retrocedí.

—Gracias señor Rodríguez, pero no puedo tengo mucho trabajo— dije mientras me entregaban mi pedido.

—De acuerdo entonces será para la próxima —mascullo algo serio. Sali de la cafetería y fui al ascensor. Al llegar le entregue a Andrea, su café y yo me tome mi té.

Seguí trabajando y ordenando uno que otro archivo, hasta que la voz de Andrea me distrajo.

—Anastasia

—Si dime Andrea

—Entrega estas carpetas al señor Grey por favor— dijo. Me quede pensando. Eso quería decir que él ya había llegado espero y este bien era muy grande la herida en sus castillas al menos no era profundo. Y las heridas de sus manos por lo menos esas si eran pequeñas.