Capítulo 26

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POV.CHRISTIAN

Joder fue increíble estoy agotado. En verdad Ana me dejo cansado. Ella se acurruca a mi lado. Yo la abrazo y noto que se ha quedado dormida. Me muevo lentamente separándome de ella, y me quito el condón. Recojo la ropa que esta regada por el suelo. Apago la lampara mientras me recuesto alado de mi nena y me dejo llevar por el sueño.

Me despierto con un sobresalto y un penetrante sentido de culpa, como si hubiese cometido un terrible pecado. ¿Es porque me he follado a Anastasia Lambert? ¿Virgen?

Ella está acurrucada, dormida a mi lado. Miro la hora y son las 6:30am. He dormido muy bien si las malditas pesadillas nuevamente miro a Ana y ella duerme el sueño profundo de una inocente. Bueno, no tan inocente ahora. Mi cuerpo se agita a medida que la observo. Podría despertarla. Follarla de nuevo. Cierro mis ojos y dejo ese pensamiento de lado es mejor que la deje descansar.

Me levanto de la cama y voy por una ducha. Tiempo después estoy envuelto en una toalla busco mi celular y le marco a Taylor.

—Señor Grey buenos días —responde Taylor rápidamente.

—Taylor, buenos días quiero que traigas el desayuno a la casa de la señorita Lambert—digo mientras voy por un vaso de agua a la cocina— también ropa para mí. —finalizo

—Claro enseguida señor —dice y cuelgo.

Media hora después llega Taylor con las cosas que le pedí. Me cambio y voy a la cocina. Recojo la bandeja con el desayuno. Camino a la habitación entro y Ana aún sigue durmiendo dejo la bandeja en la mesa de anoche. Me acerco a ella y la beso. Se remueve y despierta.

—Buenos días, dormilona— le digo volviéndola a besar ella me sonríe.

—Buenos días, señor Grey— dice

—Vamos tienes que desayudar y alistarte es lunes y tenemos muchas cosa que hacer —murmuro. Y ella se sorprende.

—Es verdad— dice bostezando. Se estira para cubrirse con el edredón y miro que hace una mueca. Después al sentarse para levantarse nuevamente hace el mismo gesto.

—¿Estás muy dolorida? —le pregunto mirándola. Ella se ruboriza por mi pregunta.

—Bu...Bueno algo— dice nerviosa. Mirándome. Yo sonrío. Me acerco a ella y le beso en la frente.

—Me gusta que te duela. Te recordará que he estado ahí, solo yo. —le digo y ella se levanta de la cama. Los dos miramos la cama al mismo tiempo. Las sábanas están manchadas de sangre, como una prueba de su virginidad perdida. Ella se ruboriza, incómoda, y se echa el edredón por encima. 

—No mires...—me acerco a ella y coloco la mano debajo de su barbilla, le levanto la cara y la miro fijamente.

—Es algo normal nena no debes de avergonzarte— murmuro tranquilo —ahora a comer —digo.

Ana esta lista, mientras se bañaba dejo la sabana en la lavadora. Ahora está dejándole comida y agua a Jacob también todos sus juguetes para que se entretenga hasta que ella llegue del trabajo.

Miro por la ventana al menos Anastasia, acepto que la trajera a la empresa, pero ella subió primero y luego yo. Hoy tengo una reunión con los socios de Taiwán tengo más proyectos importantes, y sobre todo millonarios.

Regreso a mi silla y reviso los documentos que Ros me envió. Las ganancias con Evans, son muy buenas quien lo diría, pero aquí está la prueba. Tocan la puerta y es Anastasia, quien ingresa a mi oficina. Me pongo duro solo con verla caminar, esa falda le queda perfecta se amolda a su cintura y a su trasero.

Princesa ValienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora