Capítulo 22

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POV.CHRISTIAN 

Tener a Anastasia, entre mis brazos era tan cómodo y relajante.

—Debería... ya levantarse —dijo Anastasia nerviosa soltándose de mi agarre y frunciendo su seño. Se ven tan jodidamente sexy.

—Sabes eres excitante como el infierno, cuando haces esa expresión— le digo mirándola a los ojos. Sí, de acuerdo, lo admito. La encuentro seductora.

Se sorprende, y sus mejillas han obtenido un color rosa. Nerviosa se pone un mechón de cabello tras la oreja. Y sale de la habitación dejándome solo. Ayer fue mucho atrevimiento quedarme en su casa y dormirme aquí. Oh vamos Grey, olvídate de los malditos modales, bien que te gusto quedarte en esta cama con ella murmuro mi subconsciente.

Si es verdad y no hubo sexo. Algo que no es normal en mí.

Observo Seattle desde la ventana el cielo esta gris como mi humor. No sé porque Anastasia, no quiso venir conmigo ella es muy terca y prefirió venir en el colectivo. Y eso me tiene cabreado. Maldita sea.

Tocan la puerta y es Anastasia quien entra.

—Señor Grey aquí están los informes — dice acercándose y entregándomelos.

—¿Dime por qué? —pregunto brusco. Ella me miro sin entender a que me refiero.
—De que habla señor Grey. —pregunta.

—Te ofrecí traerte y te negaste— bramo molesto—¿dime por qué? ¿Cuál es el problema?

—Ya lo dije, usted es mi jefe y no quisiera que se formaran malos comentario— mascullo mirándome.

Me la quedo mirando y logro entender que estoy llevando todo muy rápido. Estoy perdiendo el control de mis emociones. Grey no te permitas caer. Pero su forma de ser me cautivo e hipnotizo. Cierro los ojos e intento recuperar la calma, pero me enfrento a mi miedo más profundo y oscuro, yo no soy bueno para ella. Maldita seas Grey.

—Retírese señorita Lambert—murmuro en tono frio. La vi asentir tímidamente y salir de la oficina. Ya no lo soporte y lance todo lo que estaba en mi mesa, sin importarme nada. Tomé mi saco y salí de mi oficina me dirigía al ascensor y hay estaba la mujer que me tenía loco, hablando con Evans. ¿Por qué lo hace? ¿Por qué con el conversa y se ríe?

—Shakespeare, Austen, las hermanas Brontë, Thomas Hardy me inspiraron para leer libros tan maravillosos. Son mis escritores favoritos — dice Anastasia entusiasmada.

—Deberías viajar a Inglaterra y conocer aquellos lugares que los inspiraron a escribir —le sugiere Evans. Camino rápido tengo que irme antes de que haga algo estúpido. Llego al subterráneo y Taylor está esperándome fuera del auto.

—Buenas tardes, señor Grey— saluda

—Buenas tardes— saludo — voy a salir solo —dije mientras me dirigía al asiento del conductor.

—¿Esta seguro señor? —me cuestiona

—Si —masculle con tono frio.

—Está bien señor.

Aceleré y salí del estacionamiento necesitaba estar solo tenía que pensar en muchas cosas. La cabeza me daba vueltas. Estaba sentado en el muelle mirando el lago. ¿Qué hago con Anastasia? Hace unas semanas atrás me estaba follando a una mujer sin tener que decirle nada a nadie. Y ahora no puedo explicar cómo me siento por dentro es complicado.

Me deje llevar por las emociones que Ana produce en mí. Y estoy por llegar al límite. Debería salvarla de este monstro... pero no lo estoy haciendo, soy un egoísta. Un hijo de puta. Todo está mal como le digo de mi pasado y de mi ahora, pero solo podría lastimarla. Pero perderla oscurece mí ya sombrío humor. No debería crear ninguna esperanza y tampoco lazos con ella.

Princesa ValienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora