Capítulo 44

852 78 5
                                    

POV.CHRISTIAN

—Te sientes mejor —pregunta Anastasia, mientras acaricia mi cabello

Asiento con un ligero movimiento de cabeza. 

—Si, muchas gracias nena— susurro acomodando mi cabeza en su pecho.

—Christian

—¿Si, nena?

—Por favor, cuando tu estés triste, enojado, estresado o desesperado o algo que te haga sentir mal, quiero que vengas a mí, por favor quiero, que me busques y que me digas que no te sientes bien. Yo no estoy segura en que logre ayudarte del todo, pero si puedo estar segura de que estaré ahí contigo, llevando juntos lo que te haga daño. No importar en qué condiciones me encuentre seré tu compañía. Incluso cuando nada malo te esté pasando. —dice mientras sigue acariciando mi cabello.

Asentí. Mientras observaba la pared. Pensaba que si algún día yo moría,  podría buscarla a ella en mis otras vidas. Ya que ella lograría complementar mi triste existencia, el dolor talvez ya no existiría y la vida seria menos miserable para mi. 

—Lo haré enserio gracias, lamento las molestias que te he causado. 

—No lo menciones, me gusta estar a tu lado. Y que confíes en mi.—susurró.  

Cierro los ojos y lentamente disfruto de este momento de paz y tranquilidad. Me relajo con el agua que cubre nuestros cuerpos. El agua caliente de la tina me abraza. Se siente bien.

Nunca creí que después, de tantos años volvería a ver a la persona que tanto daño me causo de niño. El causante de mis malditas pesadillas y traumas. La persona que me ha provocado el dolor y el miedo a ser tocado por los demás. ¿Por qué tuvo que aparecer? ¿por qué ahora? !Maldición¡

Verlo a la cara, después de tantos años me hizo recordar cómo el me maltrataba, como mi madre dejaba que me usara como cenicero. Esos recuerdos inundan mi mente. Recordar el pasado no es nada bueno. El dolor me ha vencido. Quizá deba de dejar de luchar ya no puedo más. Estoy marcado de por vida. Yo solo sirvo para causar daño. Por eso es mejor que yo este solo ya que por mi todos sufren yo tengo la culpa de todo.

He sido un mal hijo Grace, no merecía pasar por tanto solo por mí. Cuando podre dejar este doloroso pasado atrás y seguir con mi vida, aunque no la merezca. En que estoy pensando si yo nací para sufrir para ver como todos me trataban como un monstruo. ¿Qué hice mal para pasar por tanto? No logro comprender.

Las fuerzas me abandonan y trato de alejarme de ahí de esos recuerdos que día a día destruyen mi alma. De repente la oscuridad va apoderándose de mí.

—Mierdecilla ¿Dónde carajos te escodes?no el hombre malo ha llegado. Rápidamente me escondo en el armario favorito de mami. Mi cuerpo tiembla. Tengo miedo. Mamá no está.—¿Dónde te escondes hijo de puta? si no sales te buscare y una vez que te encuentre la vas a pasar muy mal— gruñe mientras azota la puerta de la habitación.

Odio cuando el viene a casa. Lo odio. Mami regresa pronto. Suplico. Mis lagrimas descienden por mis ojos. Cierro mi boca para no hacer ruido. Escucho los pasos del hombre malo. No. No aléjate. Él se acerca al armario. La puerta se abre. No por favor que alguien me ayude. Por favor.

—¡Aléjate! —grito he intento huir. Su mano aprieta bruscamente mi brazo.

—Pequeño bastardo, creías que podías huir de mí. —ciento mi cara arder y un sabor metálico en mi boca. Su mano ha impactado en mi rostro. Las lágrimas vuelven a caer por mi cara. Me lanza al suelo violentamente y siento el impacto de su zapato viejo sobre mi barriguita. Sus golpes son fuertes.

Princesa ValienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora