Princesa Valiente

Capítulo 23

POV.ANASTASIA

Se que Grey, está enojado conmigo, pero creo que es lo mejor me siento mal, somos de distintas clases sociales. ¿Qué podría pensar su familia? Las personas que lo conocen. Dios ¿por qué me hago tanto problema?

¿Eres tonta? ¿O que mierda te pasa? dice muy amigable mi subconsciente. Basta ya basta. Reñí. Creo, que yo solo pienso lo que es.

—Se encuentra bien— dijo el señor Evans, casándome de mi batalla interna.

—Si, ¿Por qué me lo pregunta? —inquirí

—La noto distraída —dice el observándome raro.

—Claro que no — digo mirando por otro lado.

—Sabe, pues no le creo —dijo alzando su ceja — su relación se parece a la del libro orgullo y perjuicio. —sonrió. ¿Relación? ¿Cuál relación?

—De que relación está hablando — murmure sin comprender.

—Usted y el señor Grey— dijo. Lo mire sorprendida atónita tal vez.

Negue rápidamente.

—Se confunde señor Evans— dije.

Negó con una ligera sonrisa.

—No lo creo, se cómo se miran o más bien, como él la mira a usted— dijo y sentí que mis mejillas ardían. —usted debe ser una romántica empedernida. —murmuró

—Lo soy, estudié literatura inglesa —sonreí admitiéndolo

—Se puede saber quiénes la inspiraron— dijo

—Shakespeare, Austen, las hermanas Brontë, Thomas Hardy me inspiraron para leer libros tan maravillosos. Son mis escritores favoritos — dije emocionada. Hasta cuando vi al señor Grey, pasar muy enojado al ascensor.

—Debería viajar a Inglaterra, y conocer los lugares que los inspiraron a escribir— me dice. Rápidamente regrese mi vista al señor Evans

—Claro lo tendré en cuenta— murmure.

—Bueno señorita Lambert, me retiro que tenga buen día y olvídese de los perjuicios de esta sociedad.

Trabaje toda la tarde con Andrea, revisando reportes y corrigiendo uno que otro papel. El señor Grey no volvió en toda la tarde, y eso me preocupaba en verdad estaba muy enojado. Al salir del trabajo llegue a casa y me di un largo baño. Estoy en el jardín con Jacob, el corre detrás de su balón y yo estoy sentada debajo de un árbol tomándole fotos a mi compañero. Me pregunto que estará haciendo el señor Grey. Espero y ya se encuentre en su casa. 

Mientras pienso en él. Me llega un mensaje al celular y es Kate.

—Hola, amigas ingratas... — rio ante tal mensaje

—Hola Kate hablando de amigas ingratas.

—¿Hola, chicas cómo están? —escribe Sofía

—Yo muy bien —respondo

—Estupenda, pero extrañándolas —comenta Kate

—¿Ya conseguiste trabajo Ana? —pregunta Sofía

—Si, de asistente por el momento — respondo

—Y ya conseguiste novio también —pregunta Kate

—Atormentas a la joven — responde Sofía a mi defensa.

—No tiene nada de malo es como cualquier pregunta, verdad Ana— escribe defendiéndose Kate.