Princesa Valiente

Capítulo 49

POV.ANASTASIA

—¿Están listas chicas? —pregunta la señora Ros muy animada acercándose. 

—¡Si! —dice Andrea tomando su bolso

—Anastasia ¿vamos?

—Si— respondo

—Excelente. Vanesa, Liz y Gwen nos están esperando en la puerta de la salida.

Me siento nerviosa no creí que me fueran a invitar a salir. Christian dijo que me estaría esperando en la casa. Le comenté sobre la invitación que me ha echo la señora Ros.

Nos dirigimos al elevador ingresamos, mientras esperamos que llegue a la planta baja reviso mi celular y justo en ese momento me llega un correo. Lo abro y lo leo. Oh, por Dios la noticia que he estado esperando ha llegado. 

Sonrío con emoción.

—Ana

Observo a Andrea que me llama

—¿Sí?

—¿Qué te ha enviado tu novio? —¿Novio? —te has emocionado mucho—sonríe.

Niego con una sonrisa.

—No, nada de eso. Solo que la noticia que he estado esperando ha llegado —respondo mientras muestro el correo. Andrea lo revisa y sonríe.

—Felicitaciones

—Díganme cual esa noticia. —presunta la señora Ros

—Bueno, Ana a estado enviando su currículo a distintas editoriales.

—¿Editoriales?

—Si. Yo estudie literatura inglesa. Y quiero trabajar en eso.

—A ya comprendo, entonces ya tenemos otro motivo para festejar.

—Si es verdad. Te estaremos apoyando —dice Andrea con una sonrisa.

—Gracias.

El ascensor se detiene y salimos de este. Caminamos a la salida y observo a la señorita Vanesa, también a Liz quien es la secretaria de la señora Ros. Y luego observo a otra mujer la cual aún no se quién es.

—¡Chicas! —dice Andrea acercándose

—Creí que no bajarían pronto— comenta Vanesa.

—Cariño — susurra la señora Ros a la mujer que no conocía. Aunque ahora he llegado a la conclusión que ella es la esposa de la señora Ros.

—Mi sei mancato (te he extrañado) —dice la señora Gwen, mientras coloca una bufanda a su esposa. No entiendo que fue lo que le dijo.

—Gwen quiero presentarte a la señorita Anastasia Lambert—presto atención cuando me nombra.

—Hola mucho gusto— sonríe cálida.

—Anastasia te presento a mi esposa— dice la señora Ros con ojos muy brillantes.

—Mucho gusto señora Gwen— sonrío gentil.

—Por favor olvida las formalidades puedes llamarme solo Gwen— pide mientras se me acerca. La observo y no muy segura asentí.

—Bueno dejemos la plática para después. Ahora vamos al restaurante muero de hambre —dice Vanesa.

Tiempo después de tanto pensar y pensar estamos en un restaurante coreano. El lugar es muy cómodo. El ambiente es bueno. Aquí tu preparas tu propia comida. En el medio de la mesa se encuentra una plancha para azar y alrededor hay diferentes ensaladas, salsas y bocadillos.