Capítulo 50

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POV.CHRISTIAN

Desde la ventana del coche voy observando, como las personas transitan por la vereda. Seguramente la mayoría de ellos van pensando en sus malditos problemas.

Suspiro.

Por qué mierdas puse ese maldito gesto cuando esas chicas hablaron de lo románticos que éramos Ana y yo. Al menos debí de disimular. ¡Eres tonto! Ana seguramente debió de sentirse muy  triste, gruñe mi subconsciente. Cierro mis ojos mientras me froto las cienes.

¡Diablos, Grey! Por qué mierdas no le dices a Ana, lo que sientes y te dejas de tonterías. Arriésgate a ser feliz. El misterio de la vida no es un maldito problema que resolver, si no una realidad que debes de experimentar. Y deberías hacerlo pronto. La oportunidades no se las desperdicia.  

El amor no se elige, te elige... un día te das cuenta de que es difícil estar lejos de ella, qué cuando estas con ella piensas que dentro de un rato se ira y la besas con tanta pasión como si ese beso fuese a parar el tiempo o a darte más minutos con ella. El amor ya te escogió y tú tienes que dejarte llevar.

¡Basta! Intento lidiar con mi maldita batalla interna, pero es imposible. Esto no es amor. Claro que no lo es. Entonces ¿Qué es?

Grey... mucha gente te ha estado aconsejando, pero tú no haces nada por darte una oportunidad de vivir un amor puro como el de Anastasia. Piensa en los problemas que bienes cargando en tus hombros, es solo cuestión de tiempo para que las cosas se arruinen.

¡Maldito seas! Subconsciente. Me remuevo un poco en el asiento. Mi mal carácter quiere aflorar. Grey, juro que, si algo sale mal por tu culpa, haré que te arrepientas cada maldito día de tu asquerosa vida. Hare de ti una basura ándate.

Abro mis ojos y continúo pensando en lo complicada que es mi vida, hasta que el sonido de un celular llama mi atención. Lo miro de refilón a Taylor y él me mira intencionadamente por el espejo retrovisor. No digo nada y él contesta con el manos libres.

—Sofía.

—Hola Taylor. — esa voz es de ¿Ana?

—Ana. ¿Qué sucede? —pregunta Taylor un poco asustado

—Hola papá

—Tranquilo no ha sucedido nada. —dice Ana— me encontré con la pequeña Sofía en la tienda. Bueno me comenta que mañana tiene que llevar galletas caseras y me he ofrecido a hacerlas.

—Sofía, ¿Dónde está tu mamá? —pregunta Taylor sin apartar la mirada de la calle.

—Ella... salió. —responde Sofía un poco nerviosa.

—¿Acaso esta con sus amigas? —la voz de Taylor suena un poco enojada.

Como puede ser posible que la madre de Sofía prefiera salir con sus amigas en vez de ayudar a su hija. Por eso nunca me ha agrado esa mujer.

—Si.

Taylor suspira.

—Está bien, yo le hablare a tu madre y le informare que estás conmigo. —dice

—Gracias papi.

Taylor sonríe.

—Ana, muchas gracias por tu ayuda. Lamento si la molesto con esto.

—No ni lo menciones por favor, Taylor.

Oh, nena.

—Bien. Sofia compórtate por favor, más tarde estaré ahí.

—De acuerdo. Cuídate, papá.

Taylor cuelga el celular y suspira.

—Por lo que se Sofía se lleva muy bien con Ana— digo intentando liberar la tensión.

Princesa ValienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora