Capítulo 21

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POV.ANASTASIA 

La inseguridad me mortifica y, como estoy nerviosa, no paro de moverme. Jacob, cree que juego con él, y me da risa. Me siento en la alfombra y miro a la pared.

—¿Qué hago Jacob? —le pregunto a mi cachorro, mientras me rasco la cabeza con desesperación. Estoy muy confundida.

Suspire.

Contrólate, Anastasia. Contrólate. Pero a mi cabeza llegan recuerdos de las veces que me ha besado el señor Grey. Y no te olvides que hoy tú lo besaste dice mi diosa interna, si es verdad lo hice siento un extraño y excitante escalofrío por todo el cuerpo solo con recordarlo.

Parpadeo rápidamente, al ritmo de los latidos de mi corazón. Estoy lista para dormir, pero soy interrumpida por mi celular miro el identificador y es un numero desconocido no muy segura lo respondo.

—¿Señorita Lambert? Soy Christian Grey. —Mi cara estalla en una gran sonrisa no lo puedo creer es él.

—¿Se... Señor Grey? —mi respiración se entrecorta por la emoción.

—Espero no ser el único que recuerde las veces que nos hemos besado— dice y sin poder explicarlo sonrío sintiendo mi cara arder. Me armo de valor y respondo.

—Yo también los recuerdo 

—Extraño sus labios señorita Lambert —dice, ciento mi corazón acelerarse —bueno la dejo descansar mañana nos vemos— dice. ¿Esta bien sentirme así de emocionada?

—Muy bien, señor Grey nos vemos mañana que descansé —digo antes de colgar el celular. Y por alguna inexplicable razón me ruborizo. Acomodó mi almohada y me cobijo dejándome llevar por los brazos de Morfeo.

A la mañana siguiente.

Unos ladridos me despiertan tallo mis ojos y veo a Jacob, sentado al pie de mi cama.

—¿Qué pasa Jacob? —digo mientras me levanto y el sigue ladrando, pero este va y se arrima a la mesita de anoche. Miro que es lo que ve y me doy cuenta de que si no me muevo llegare tarde a mi trabajo. Olvide poner la alarma. !Maldición!

Minutos después estoy esperando el taxi. Llego a mi cubículo y Andrea, ya está sentada en su silla con algunas carpetas.

—Hola Anastasia —saluda

—Hola Andrea, disculpa que haya llegado minutos tardes —dijo mientras me siento en mi puesto.

—Tranquila no pasa nada. —dice mientras me mira —hoy el señor Grey, tiene un humor de perros, te lo digo porque el suele ser demasiado frío cuando esta así —dice mientras revisa su computadora.

—Ok comprendo— murmuro —¿sabes cuál es el motivo?

—Uno de los contenedores que fue enviado a África a desaparecido— susurra.

Pasan minutos y el señor Grey pidió que le llevaran un café. Toco la puerta y entro a su oficina nerviosa solo espero que no se me riegue el café.

Veo a Christian, hablando en voz baja por la BlackBerry mientras contempla el perfil de Seattle por el ventanal, dejo el café sobre el escritorio. Lo observo lleva un traje gris con la americana desabrochada y se está pasando la mano por el pelo.

Está inquieto, tenso incluso. ¿Qué pasa? Inquieto o no, sigue siendo un placer mirarlo. ¿Cómo puede resultar tan... irresistible? Sí y muy sexy dice mi diosa interna mordiéndose el labio.

—Ni rastro... Vale... Sí. —dice enojado se vuelve y me ve, y su actitud cambia por completo. Pasa de la tensión al alivio. —Mantenme informado —espeta y cuelga mientras avanza con paso decidido hacia mí.

Princesa ValienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora