Mi complemento [Saeyoung]

Esperar

-"No puedo creer que esto haya estado en el apartamento de Rika, pero al ver todo esto... no hay otra explicación."

Cerré la carpeta de documentos, el Sr. Han había traído todo lo indispensable. Me hizo prometer que no diría nada de esto a los demás miembros de la RFA, cuando todo esté más tranquilo, poco a poco se desvelará la verdad. Primero quiere hablarlo tranquilamente con V.

Giré el rostro, Vanderwood estaba junto a mí, dirigiendo a la unidad de inteligencia. Carraspeé la garganta para llamar su atención.

-¿Cree que debamos mandar oficiales a ese lugar?

-¿La secta?

Asentí.

-No. Conociendo a 707, querrá hacerlo bajo sus propias manos. Pero...

Abrió un archivo y señaló unos signos que no entendí.

-Esto me preocupa.

Lo miré interrogante.

-¿Eso es...?

-Alguien más está buscando información de ese lugar.

Abrí los ojos, sorprendida. ¿Alguien conocía de este lugar?

-¿Sabe quién?

Asintió y frunció el ceño. Comencé a preocuparme.

-Es alguien poderoso. No puedo dar información ya que es clasificado, pero... debo ir allí enseguida.

-¿Al lugar de la secta? Será mejor que vaya con seguridad.

Negó. Cerró todos los archivos y apagó el ordenador.

-No es necesario, tengo esto.

De uno de sus bolsillos, mostró un arma y una llave.

-Tengo permiso para llevarla conmigo y 707 me prestó uno de sus mejores autos. Debería llegar en cuestión de horas.

Guardó ambas e hizo una señal de despedida. Luciel confía en él, así que también deberemos confiar. Había sido de gran ayuda desde que había llegado, gracias a él el Sr. Han estaba seguro de nuevo en C&R, ayudando en la unidad de inteligencia.

Lo ví salir. En el sitio, cerré ambos ojos y apreté las manos.

-"Dios, por favor. Que todo salga bien".

-"Maldición, está siendo más difícil de lo que pensé."

Era difícil cubrir mi cabello rojo, era algo que fácilmente llamaba la atención. Era importante no mostrar mi identidad, antes me habían descubierto así que, cualquier signo de alarma y estarán todos detrás de él.

El segundo piso era más grande de lo que había imaginado, había perdido la cuenta de a cuántas habitaciones había entrado sin señales de Saeran ni Kyung.