Esta historia contiene algunas partes del Canon de Mystic Messenger. Kyung Song (MC) es llevada por un hacker al departamento de Rika. La identidad de Seven está puesta en riesgo por las amenazas de Unknown.
ALERTA:
- Un poco de spoiler de TODAS...
Suspiré. Minutos atrás, los hombres de Jumin llegaron en helicóptero, llevaban esposados a los creyentes, serían interrogados y castigados por los crímenes que habían cometido.
El sonido de la bomba nos había sorprendido a todos, los hombres de Jumin me habían detenido de ir a buscar a Saeran y Seven. Me sentía ansiosa, quería ir a buscarlos y cerciorarme de que estaban sanos y salvos.
Mientras pensaba eso, tres siluetas comenzaron a acercarse hacia donde estaba. Una cabellera pelirroja, una blanquecina y una marrón se acercaron, el amanecer deslumbraba sus siluetas caminar.
-"Están bien"
Con lágrimas intentando salir, corrí hacia ellos. Estiré los brazos y envolví en un gran abrazo a los gemelos. Ambos hicieron un sonido de sorpresa, Seven enseguida correspondió a mi abrazo mientras Saeran daba tímidos golecitos en mi espalda.
-¡Están bien! Estuve tan asustada con la explosión...
Dentro mío había tres sentimientos: Alivio, felicidad y enojo. Tenerlos sanos y salvos me hacía demasiado feliz, pero la historia de la bomba me tenía furiosa, tenía tantas ganas de regañarlos y echarles la bronca, pero no era momento para eso.
Comenzaron a contarme lo que había pasado, un hombre; probablemente contratado por el padre de los gemelos; había intentado matarlos. Aprovechó la situación de estrés y confusión de Mint Eye para intentar acabar con la vida de sus hijos. Pero antes de poder hacerlo, Vanderwood; el chico junto a ellos; había llegado a tiempo para salvarlos. Estaba agradecida con él.
-Debemos regresar al búnker, allí estaremos seguros de la vista de él.
Escuché un suspiro.
-Problema tras problema, ¿cuándo seremos libres de todo esto?
Entendía su molestia. Me separé de ellos, debía dejarlos respirar. En el instante en que me separé, Seven tomó entre sus brazos a Saeran y le dio un cálido abrazo. Por el rostro de Saeran, era uno asfixiante.
-S-Saeyoung, no respiro...
-Tenemos mucho que hablar, pero... estoy feliz de estar juntos, Saeran'ah. Es un... sueño.
Escondió el rostro en el cuello de su hermano y lloró como un niño pequeño. Saeran lo miró sorprendido y conmovido. Parecían más unidos que cuando nos separamos después de hacer el plan en Mint Eye. No sé qué es lo que habrá pasado, pero los unió un poco.
Saeran correspondió el abrazo, por un segundo me miró. Sonreí y asentí. Sus ojos comenzaron a empañarse, para segundos después empapar en lágrimas la ropa de Seven.
Mi corazón se enterneció, había ansiado tanto este momento. Estaba feliz de que los gemelos por fin puedan estar juntos, esperaba que pudieran arreglar todos los mal entendidos y vivir felices por fin. Ellos más que nadie se merecían esa felicidad que les habían arrebatado desde niños, haría lo que fuera para protegerlos.
En ese instante, todos los sentimientos que había reprimido en Mint Eye salieron a la luz, todo era reflejado con las lágrimas. El miedo, la ansiedad, el enojo y ahora, la felicidad. Me inundaron en sobremanera. No podía dejar de llorar.
Sentí una mano cálida acercarse y limpiar mis lágrimas, era una mano amable. Era el chico de cabello marrón, creo que su nombre es Vanderwood.
Le sonreí agradecida, era alguien amable.
Después de algunos minutos, los gemelos se separaron. Seven me extendió sus brazos y me dejé consolar. Necesitaba este momento con él, después de tanto tiempo lejos de él, necesitaba una buena dosis de 707 para superar todo esto.
-Gracias por cuidar de Saeran y por seguir creyendo en mí.
Su aliento cálido acarició mis oídos, sentí un ligero cosquilleo en mi espalda.
-Te amo, Seven.
Sonreí. Por fin pude decir aquellas palabras que había estado reprimiendo. El tiempo que estuve lejos de él me hizo verlo, amaba a Seven. A pesar de todos los problemas que pasamos, nada me separaría de él.
Se alejó un poco de mí y miró mis labios. Mis mejillas se calentaron. Por fin, el momento que estuve esperando desde hace un tiempo.
Lentamente se acercó a mi rostro, sentí su respiración cerca de mí. Sentí miles de mariposas revolotear en el estómago, estaba sumamente feliz.
Con la respiración acelerada, Seven se acercó a mis labios con suavidad, tomó mis mejillas entre sus manos. Nuestros corazones latían a la vez, ambos estábamos nerviosos y anhelantes. Sus labios, con suavidad, se acercaron. Conmocionada, apreté las manos detrás de su cuello. Era un beso torpe e inocente, nunca había sentido tanta calidez e inocencia juntos.
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