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- ¿Dónde estás ahora mismo?

Estaba con los ojos cerrados, tratando de recordar todo lo que había pasado. De repente mi mente se ubicó en un lugar, era como si estuviese allí de nuevo.

-En el colegio.

- ¿Podrías describirlo?

Asentí.

-Estoy en mi salón de clases, no hay nadie. Supongo que las clases ya terminaron.

- ¿Qué haces allí?

Miré alrededor. Estaba sentada en uno de los pupitres, vi que en el mío aún había varias cosas fuera.

-Estoy recogiendo mis cosas, es hora de ir a casa.

- ¿Qué edad tienes?

En mi recuerdo, me levanté de la silla y fui hacia la ventana. Vi a una niña, con un par de coletas y el uniforme escolar.

-10 años, creo.

Escuché un ruido, me estremecí. Giré mi cuerpo y vi a un hombre entrar al salón de clases. Mi cuerpo empezó a temblar en automático. Los recuerdos se habían disparado.

-Kyung, es bueno verte. Quería darte algo antes de que fueras a casa.

-P-Profesor...

-Ten.

Me extendió una rosa.

- ¿Por qué?

- ¿Por qué no? Estaba caminando por los jardines y la vi, me recordó a ti.

Se acercó a mí y me acarició el rostro. Miré hacia arriba, ya que era pequeña. Intenté ver su rostro, pero... no tenía, como en todas mis pesadillas. No logro recordar cómo se veía, pero sí recordaba su voz.

-Creo que debería irme...

- ¿Qué tal si me ayudas? La mesa directiva me encargó que hiciese una campaña para mantener la escuela limpia. ¿Me ayudarías?

-Em... claro, pero ¿no sería mejor pedir ayuda a más? Puedo llamar a mis amigas para que vengan a ayudar.

Le sonreí. Aún recuerdo este momento, era demasiado inocente y no sabía lo que pasaba.

-No te preocupes, ya deben estar en sus casas. ¿Qué tal si comenzamos?

Fue hacía un locker en el salón, sacó un rótulo de papel y lo extendió en el escritorio. Yo saqué varios plumones, íbamos a hacer un cartel. Me iba a sentar en la silla del escritorio para estar cómoda, pero me detuvo.

- ¿Qué haces? Será mejor que te mantengas de pie, para que puedas alcanzar todo el papel.

-Bien...

Quería correr, pero no podía, porque era solo un recuerdo.

- ¿Qué debería escribir?

- ¿Qué tal si dibujas algo? No tengo mucha creatividad así que confío en ti.

Se acercó a mí.

Empecé a dibujar, estaba inclinada sobre el escritorio dibujando algo. Con los plumones había dibujado el planeta tierra siendo sostenido por un par de manos, solo me faltaba colorear. El profesor me extendió varios lápices de colores y más plumones. Comencé a colorear, mi cuerpo entero se sacudía al hacerlo, ya que no estaba sentada y era algo incómodo.

-Te estas saliendo de las líneas, te enseñaré como hacerlo.

El profesor se puso detrás de mí, pegando su pelvis a mi falda. Me tomo la mano y me guió a cómo colorear. Me sentía demasiado incómoda, pero no entendía lo que estaba pasando.

-Lo estás haciendo excelente, ahora hazlo tú sola.

- ¡Bien!

Seguí coloreando y el seguía detrás de mí.

- ¡Kyung! ¿Me escuchas? ¿Qué estás recordando?

Escuchaba la voz de Lee muy lejana.

-Kyung, deberías de estirarte un poco más, para que puedas colorear en esa esquina.

Me iba a mover para pasarme al otro lado del escritorio y seguir coloreando, pero me detuvo.

-Hazlo desde aquí.

-Bien.

Me estiré, literalmente estaba recostada en el escritorio mientras seguía coloreando.

Sentí como el profesor se repegaba más a mí, como estaba siendo empujada contra el escritorio y sentía algo crecer en los pantalones de él.

-Uff...

Lo escuché suspirar.

En ese instante, me tomó de las caderas. Me asusté.

- ¿Profesor?

Dejé de colorear y me intenté separar, pero me lo impidió.

Dejo de tomar mis caderas para tomar mis muñecas, me empotró contra el escritorio, aún le estaba dando la espalda. Sentí como algo apretaba contra mi trasero mientras él se movía contra mí. Comencé a asustarme y las ganas de llorar venían.

-Eres irresistible, Kyung...

Mis lágrimas habían empezado a bajar.

Sentí una de sus manos en mi pierna derecha, iba subiendo poco a poco hasta llegar a mi ropa interior.

- ¡P-Paré! Por favor...

Mi voz no salía, estaba muy asustada.

- ¡Kyung! Tienes que abrir los ojos, es solo un recuerdo.

Lee seguía hablándome, pero el recuerdo seguía viniendo.

Su mano ya estaba dentro de mi ropa interior, él estaba acariciando mi zona intima. Intenté separarme, pero no podía, no era lo suficientemente fuerte para apartarlo... de pronto todo se puso negro. Ya no veía el salón de clases, ni al profesor. Solamente oscuridad. Solamente existía el sonido de mis gritos y sus suspiros. Esa fue la primera vez que abusó de mí.

Es un capítulo fuerte, pero tristemente esto pasa más seguido de lo que imaginamos

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Es un capítulo fuerte, pero tristemente esto pasa más seguido de lo que imaginamos. Recuerden, tengan muchísimo cuidado y no confíen en mucha gente. Muchos pueden parecer inocentes pero nunca sabemos. 

796 palabras.

Mi complemento [Saeyoung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora