Proyecto

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Abrí mis ojos, los rayos de sol entraban por la ventana, dándome unos buenos días. Me incorporé en la cama y miré a mi alrededor... definitivamente no había sido un sueño, estaba dentro de la secta a la que me había traído Ray.

Había mencionado que su Salvadora vendría a verme por la mañana, así que debía prepararme.

Fui hacía el cuarto de ducha y tomé un baño rápido. Temía que alguien entrará a la habitación y me encontrara totalmente desnuda. Una vez fuera, tomé uno de los muchos vestidos que había en los cajones y me lo puse, era uno negro un poco más arriba de las rodillas y tenía un encaje muy hermoso.

Tock Tock

Antes de que la puerta se abriera tomé lo primero que ví e intenté atarme el cabello en una coleta, uno de los seguidores estaba asomado por la puerta.

- Por el eterno paraíso. Señorita Kyung, nuestra Salvadora la espera en los jardines. La acompañaré hasta allí.

Abrió la puerta lo suficiente para que pudiera salir y salí junto a él. El seguidor me tomó por el brazo con fuerza, para que no escapara. Aproveché para mirar donde estaba, por lo que sé estamos en el segundo piso, que al parecer es el lugar de las habitaciones. Junto a las escaleras había una sala que decía Sala 1206 y junto a él estaba la sala de inteligencia, donde me dijo Ray que estaba la mayoría del día. Traté de hacer un mapa mental.

Bajamos al primer piso y pude ver una sala de buffet, en ella estaban muchos hombres y mujeres vestidos con la misma túnica... ¿cuánta gente había aquí?

- Señorita, debemos apresurarnos.

Fui empujada con fuerza hacía un jardín, el seguidor cerró la puerta y se quedó dentro del edificio. Haría de guardia.

Estaba en un hermoso jardín, en el centro había un pequeño estanque muy bello. Era el jardín más hermoso que había visto en toda mi vida, había todo tipo de flores. Era un lugar muy bien cuidado. Seguí caminando por el jardín hasta que me acerqué a un pequeño kiosco, allí ví a una chica sentada.

Cautelosa me acerqué, la chica tenía el cabello hermoso, color rubio y largo casi por debajo de la cintura. Llevaba un vestido de encaje negro pegado al cuerpo y en su rostro había una máscara negra, como las que se usan en los bailes de disfraces.

- ¿Hola...?

La llamé, cautelosa.

Ví como giraba su rostro hacia mí, su mirada seria cambio a una llena de luz.

- ¡Kyung! Me alegro de finalmente conocerte.

- ¿...entonces eres?

- Siéntate, por favor. ¿No has desayunado aún, cierto? Hice que nos hicieran el desayuno, también traje un poco de té.

Se levantó de la silla en donde estaba y se acercó a mí, me dio un gran abrazo.

- Me alegra que estés a salvo, mi pequeña Kyung.

No pude responder a su muestra de afecto por el shock en el que estaba, no esperaba que el líder de la secta fuera así, pero tiene sentido. En las sectas, los líderes suelen tener mucho carisma.

Nos separamos y ambas nos sentamos en la mesa de jardín que había en el centro del kiosco. En cuestión de segundos, uno de los seguidores había traído a la mesa un desayuno digno de restaurante.

Había frente a nosotros una ración de bollería, algunos sándwiches, rollitos de huevo y espinaca y un par de brownies. A parte había dos tazas de café.

Escuché su risa, era gentil y muy dulce.

- Jajaja, pareces sorprendida. Espero que te guste, nuestros cocineros son muy buenos.

Mi complemento [Saeyoung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora