Barrera

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-"Maldición... tengo tanta hambre"

No tenía fuerzas para estar activa, tenía horas recostada en la cama mientras miro el techo. Sentía dolor en el estómago, debido a los días que tenía sin comer.

-"Pero no soy la única sin comer, Saeran no ha comido nada desde esta mañana"

Me senté en la cama con la poca fuerza que me quedaba, al parecer el sonido llamó su atención, porque giró a verme.

-Deberías comer algo, es malo para tu salud.

A pesar de que Saeran era el que me tenía sin comer, no podía dejar de preocuparme por él. Sé que era algo extraño, pero es como si preocuparme por él fuera natural.

Escuché un gruñido, sé que había sido él. Mirándome fijamente, me sonrió burlón.

-¿Crees que soy estúpido?

-¿Ah?

¿Qué quiere decir?, ahora me miraba furioso. Casi parecía que lo había insultado.

-Aunque finjas amabilidad, no te daré de comer. Así que no gastes mi tiempo.

Cada palabra salía con agresividad. Dejó de mirarme y volvió a concentrarse en el ordenador.

-No finjo, me preocupo por tí.

¿En verdad piensa que estoy fingiendo? No tiene sentido que finja preocuparme por él, aunque comprendo que lo más lógico sería estar molesta.

No dijo nada. No había señales de que esa conversación continúe, pero aún puedo intentar algo más.

-Confía en mí, Saeran. Por favor...

Escuché un golpe, había levantado uno de sus puños y lo había estampado contra el escritorio. Debió ser doloroso.

-¿Confiar en tí? Estás del lado de ese traidor, ¡¿Por qué debería confiar en tí?!

Había tocado un punto sensible, pero debía encontrar alguna oportunidad para que dudara de las palabras de Rika.

-Estoy segura de que Seven tuvo sus motivos para irse, ¿no deberías escuchar su versión de la historia?

Giró hacia mí, sentí escalofríos recorrerme de arriba a abajo. Su mirada era aterradora, pero debía mantenerla y no dudar.

-¿Eres idiota? Ese estúpido no merece--

Lo interrumpí.

-¿Qué pasaría si lo que te contó Rika no es más que una mentira?

En el momento en que terminé de preguntar, Saeran se puso de pie y comenzó a caminar hacia mí. La silla en la que había estado sentado salió volando, la había empujada con fuerza.

-Ese idiota te lavó el cerebro.

Seguía acercándose a mí.

-No es verdad.

-Mi Salvadora nunca me mentiría, ella ama a cada uno de sus seguidores.

Cada vez estaba más cerca, no tenía hacia donde retroceder. Estaba sentada en la cama.

-¡No sabes nada de mí! ¡¿Por qué debería escucharte?!

Estaba frente a mí, debido a la altura de la cama, debía mirarlo hacia arriba. Sabía que eso le daba mayor confianza, porque podía verme como alguien inferior.

-¿No puedes ver que la historia de Rika es extraña? Muchas cosas no tienen sentido.

Traté de mantener la mirada fija en él, no era momento de tambalearme.

Mi complemento [Saeyoung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora