¡Nosotros! (+18)

Capítulo 17

Cami.

Mi mano descansaba cómodamente sobre la almohada, me apetecía dormir un poco más, pero me obligué a abrir los ojos al notar la ausencia de otro cuerpo en la cama.

Me levanté sobre mis codos para tener una vista completa de la habitación, estaba vacía. Miré el reloj en la mesita de noche y mis ojos se abrieron con sorpresa, era casi medio día y extrañamente no se escuchaba ningún sonido mas que el de mi propia respiración, me coloqué las pantuflas y salí de la habitación, el departamento estaba en completo silencio y eso me asustó.

— ¿Daniel? —lo llamé con la voz aun un poco dormida. — ¿Ian?

Avancé hacia la cocina y abrí el refrigerador para tomar un poco de jugo natural. ¿Por qué no había nadie? ¿Había ocurrido algo? Y si fue así. ¿Por qué no me despertaron? Antes de que pudiera pensar en una buena razón logré escuchar a lo lejos mi teléfono, corrí hacia mi habitación para alcanzar a responder.

— ¿Daniel?

—No. —respondió una voz femenina. —Soy mamá.

—Oh. —dije llevándome una mano a la cabeza. —Hola, mamá perdón.

— ¡Feliz cumpleaños, cielo! —gritó al otro lado del teléfono. —Es el primer cumpleaños que no estamos juntas y eso me ha hecho estar muy sentimental.

Le creía, su voz se escuchaba un poco triste.

—Gracias mamá, te echo de menos, todos los días.

—Y yo a ti pequeña. —suspiró. —No puedo creer que cumples diecinueve años ¿Cuándo comenzaste a crecer tanto? Aun recuerdo cuando te cambiaba el pañal y—

—Entendí mamá, no es necesario que lo recuerdes. —me reí y ella también.

— ¿Tienes planeado algo para celebrar?

—No lo sé, había planeado cenar con Daniel e Ian. —dije esto mirando hacia la sala esperando que de algún momento a otro aparecieran. — ¿Te había dicho que Ian esta aquí?

—No, pero que bueno que no lo pasaras sola, cielo. ¿Vendrás a verme pronto?

—Eso quiero mamá, pero necesito primero adelantar unas clases, tal vez en unas cuantas semanas, no lo sé con exactitud.

—Oh, está bien cariño, no te preocupes, se que ahora no dispones de tanto tiempo.

— ¿Es Cami? —escuché al otro lado de la llamada.

—Si, es ella. —respondió mamá. — ¿Quieres...? Okay, está bien yo le digo.

— ¿Quién es? —pregunté.

—Oscar. —su voz se tornó risueña. —Te desea feliz cumpleaños, también.

Escuchaba mucho ruido así que alejé un poco mi teléfono.

—Tengo que irme cielo, estoy en el trabajo y las cosas aquí son un caos, pero espero que me llames pronto ¿sí? Necesito mantenerme en contacto con Ian y Daniel lo antes posible, tenemos una pista.

Mi corazón comenzó a bombear con más velocidad.

—Está bien, mantenme informada, te amo.

—Y yo a ti, disfruta el resto del día. —me mandó un beso y colgó.

Miré la pantalla un par de segundos hasta que esta se apagó debido a que casi no tenia batería, lo puse a cargar y fue al baño para darme una ducha, me habría gustado preguntarle por Carolina, pero apenas y nos dio tiempo de hablar. Sobre todo, no podía evitar sentirme feliz porque tenían una pista que tal vez los llevaría a los responsables de la muerte de Dorian.