Daniel.
Al principio creí que algo estaba taladrando mi cabeza, después pensé que tal vez era mi cerebro tratando de escapar de mi cráneo debido al alcohol que ingerimos Frank y yo anoche, pero luego me di cuenta que el estruendo lo provocaba el despertador.
Maldije mientras abría los ojos y estiraba mi mano que al parecer pesaba el doble, tan pronto como el sonido cesó me llevé las manos a la cabeza porque me dolía horrible, incluso todo el cuerpo, pero no recordaba que carajos había hecho para que me sintiera así.
– ¿Cami?
Me di la vuelta para buscarla al otro lado de la cama, pero no se encontraba nadie aparte de mi cuerpo hecho mierda, traté de levantarme, pero sentí un ardor en el abdomen y tuve que volver a acostarme, tomé una bocana de aire y me incorporé rápidamente, el dolor se expandía a cada uno de mis huesos así que con dificultad me dirigí al baño.
Mi ceño se frunció en automático cuando vi mi reflejo en el espejo, mi cabello estaba hecho un asco y olía asqueroso, mi cara contaba con rasguños en mi mejilla derecha, cuanto levanté mi mano me di cuenta que mis nudillos estaban en carne viva, luego vi par de moretones en ambos brazos y antes de que pudiera buscarle una explicación a la lamentable condición en la que me encontraba me quité la camisa y vi que en la parte baja de mi abdomen tenía un moretón del tamaño de una pelota de tenis.
Lavé mi cara y busque el teléfono en mi bolsillo, pero fue en vano ya que no encontré el maldito aparato, salí de la habitación buscando a Cami ya que no era usual que no durmiera conmigo y entonces me dio curiosidad de lo que la habia obligado a levantarse temprano un domingo por la mañana hasta que la vi, dormida en el sofá.
Sus mechones estaban expandidos encuadrándose perfectamente por encima de los hombros, se veía pacifica y muy hermosa, su pecho a penas se movía por las lentas respiraciones, de pronto me di cuenta que tal vez debí de haber sido un idiota para que ella decidiera dormir en el sofá. Si tan solo supiera que carajos fue lo que hice.
Me senté en el sillón que estaba enfrente y me quedé contemplando lo preciosa que se veía dormida, sus largas pestañas descansaban sobre sus pómulos y jamás habia estado tan ansioso y asustado de que despertara. Me dejé caer en el respaldo y me forcé a recordar la noche anterior, sabía que habíamos seguido bebiendo en cuanto Cami se fue a la universidad, luego pedimos comida y después casi al atardecer Ulises nos llamó para seguir la celebración en un club no tan lejos y aunque Frank insistió en irnos en auto al final concordó que era mejor ir caminando porque estábamos demasiado ebrios para conducir.
–Ganamos cincuenta mil dólares al mes, tenemos dos autos increíblemente lujosos en el estacionamiento. –reprochó Frank y me pasó la botella medio vacía. –Dime, ¿por qué carajos estamos caminando en la calle como si no tuviéramos nada de eso?
–Porque estamos muy borrachos.
–Me encanta tus respuestas. –bromeó y me quitó la botella.
Las pocas personas que se encontraban a nuestro alrededor nos miraban de una manera preocupante, como si temieran que de un momento a otro nos fuéramos a caer y para ser honesto eso también me preocupaba, justo cuando cayó la noche me di cuenta que a pesar de tener la vista borrosa reconocí el club, tomé la camisa ya arrugada de amigo para entrar pero no me había cerciorado que un grandulón estaba cruzado de brazos frente a la puerta hasta que chocamos con él.
–Nos esperan adentro.
El hombre nos inspeccionó unos segundos, luego sorpresivamente se hizo a un lado y nos dejó entrar.
–Eso fue fácil. –dijo mi mejor amigo.
– ¡Por aquí!
Frank me señaló al tipo que estaba levantando la mano, la verdad mi vista en este momento era una mierda así que no reconocí quien diablos era.
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¡Nosotros! (+18)
Teen Fiction》Segunda Temporada de ¡Eres tú!《 Cami ha logrado superar su pasado, ha sido capaz de dejar todas las cosas malas detrás logrando enfocarse solamente en su futuro y en el chico que lo incluye. Daniel esta cumpliendo su sueño y se ha convertido en uno...