Capítulo 7

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Cami

En el momento que abrí mis ojos me arrepentí de haber bebido la maldita botella de tequila que descansaba sobre la mesita de noche, no recordaba haberla traído hasta aquí, pero la verdad ni siquiera me importaba, la cabeza me dolía muchísimo como para preocuparme por otra cosa que no sea ingerir una aspirina.

Estiré mi mano para buscar a Daniel, pero solo sentí la suavidad de las sabanas, inmediatamente levanté mi cabeza para asegurarme que no había dormido conmigo y después recordé que se había quedado dormido en el sofá, aun tenia sueño, pero necesitaba esa pastilla antes de que lograra ponerme de mal humor.

Tomé mi teléfono y tan rápido como lo desbloqueé me di cuenta que mi bandeja de mensajes estaba llena, incluso tenia llamadas perdidas de al parecer todo el mundo y antes de que pudiera prestarle atención de que se trataba todo esto, mis ojos volaron hacia el reloj así que me levanté de la cama de un salto.

–Mierda.

Arrojé el teléfono y corrí hacia el baño para deshacerme de mi ropa, tenía solo veintitrés minutos para llegar a mi clase de Sociología y no podía permitirme llegar tarde a ninguna, pero especialmente en la del Profesor Phill. En las pocas clases que he tenido con él me he dado cuenta que es muy exigente así que definitivamente no iba a llegar tarde.

Cuando terminé, tomé mi bata de baño y salí en dirección al armario, después de ponerme mi ropa interior tomé los primeros jeans rotos que encontré y una blusa de color amarilla, luego corrí hacia el otro lado de la habitación por mis zapatos y tomé mi mochila mientras salía corriendo hacia la sala, la imagen con la que me encontré no era la que me esperaba, Daniel seguía dormido en el sofá con la boca abierta y los pies sobre el respaldo de esta, por otro lado Frank seguía en la alfombra con su cabello rubio totalmente esparcido por su cara, mis ojos cayeron en su pantalón y es debido a que hay una mancha enorme.

–No puede ser.

Regresé corriendo a la habitación solo para tomar mi teléfono y sacarle una foto, no puedo creer que se haya orinado, definitivamente le enviaría esta foto a Nicole más tarde.

– ¿Cami?

Daniel parpadeó y se tocó la cabeza en cuanto golpeé sin querer la mesita.

–Mierda. –jadea.

–Me voy. –aviso tomando las llaves.

– ¿A dónde? –pregunta al mismo tiempo que baja sus piernas y toma una postura más cómoda. – ¿Por qué huele a pipí?

Arrugó su nariz.

–Te amo, adiós.

Me incliné y le di un beso en la frente antes de salir corriendo y bajar trotando las escaleras, de verdad esperaba que no tuviera que ir a algún lado porque me llevaría él auto, tan rápido como quité el seguro me metí y arrojé la mochila para abandonar el estacionamiento, se que no debo superar el limite de velocidad pero esto era considerado una emergencia así que fui lo más rápido que pude hasta que llegue al campus, bajé rápidamente y corrí por los pasillos hasta que finalmente llegué, por suerte el Profesor todavía no llegaba pero estaba segura de que no tardaría.

– ¡Buenos días! –dijo una voz detrás de mí. –Señorita Horaz, tome asiento.

Me dirigí a mi lugar habitual, André que se encontraba a mi lado, sonrió y yo le devolví el gesto, el Profesor dio inicio a su clase y por primera vez desde que dejé la cama saqué el aire de mis pulmones.

Fueron dos horas en las que lamenté no haberme tomado la pastilla, en las que bostezaba discretamente cada vez que el profesor se daba la vuelta y en la que tuve rezar para no quedarme dormida.

¡Nosotros! (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora