Capítulo 48

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Cami.

Me limpié las mejillas antes de golpear suavemente la puerta, sé que es tarde y que tal vez ya debe estar dormida, pero no tengo a donde ir, continue golpeando y mis esperanzas se iban con cada segundo que trascurría, no tenía como enviarle un mensaje ya que olvidé mi bolso en el maldito club.

Estaba a punto de darme la vuelta cuando escuché el pestillo de la puerta y unos segundos después Luci apareció, tenía el cabello revuelto y los anteojos mal puestos, usaba una camisa grande del equipo de futbol americano de la universidad y era obvio que estaba dormida, pero pareció que el sueño se le desapareció al verme.

— ¿Cami? —abrió la puerta por completo. — ¿Estas bien?

Quería decir que sí, pero estaba tan cansada de fingir que simplemente negué suavemente con la cabeza, los ojos se me volvieron a llenar de lágrimas y ella se lanzó a abrazarme, la rodeé con mis manos y sollocé, necesitaba tanto que me abrazara porque en este momento sentía que me estaba partiendo en pedazos.

— ¿Qué pasó, Cam? —murmuró contra mi cabello.

— ¿Puedo quedarme aquí esta noche? —conseguí decir.

—Claro que sí, nena. Entra.

Me separé solo para poder entrar a la oscura habitación, gracias a la luz de la luna noté que Tracy estaba dormida en la otra cama, Luci me llevó a la suya y nos sentamos, estiró su mano para encender una pequeña lampara que ilumino escasamente la habitación.

— ¿Qué pasó? ¿discutiste con Daniel?

—No... —me limpie las mejillas, pero era en vano, las lágrimas no dejaban de brotar. —es más grave que una tonta pelea...lo vi besándose con alguien más.

— ¿Qué? —gritó, pero luego se cubrió la boca cuando vimos que Tracy se removió un poco en la cama. — ¿estas segura? —susurró. — ¿no te habrás equivocado y lo estas confundiendo?

—no, yo sé lo que vi y se estaba besando con estela.

— ¿estela? —arrugó su frente. — ¿Qué no es la chica que sirve tragos en el club que fuimos el otro día?

Asentí.

—No puede ser. —murmuró sin creérselo, yo estaba peor. — ¿Sabe que estas aquí?

Negué.

—No, pero no puedo ir al departamento, no quiero verlo jamás. —la bola de fuego en mi garganta se hizo más intensa.

—Cam. —me pasó la mano por debajo de los ojos, ya sé que debo lucir como un mapache, pero realmente no me importa.

— ¿Van a quedarse toda la noche despiertas? —Tracy asomó su cabeza entre las sábanas. —hay gente que tiene clases mañana, joder.

— ¡Por Dios, chica! que estamos teniendo una crisis, ten algo de empatía.

Tracy sacó la mano y le arrojó una almohada que le dio directo en la cara, luci arrugó la frente, pero no se la devolvió en cambio la usó para acomodarla al lado de la suya y me invitó a acostarme con ella, lo hice, me quité los tacones y me metí bajo las mantas dejando que me abrazara y me consolara por el resto de la noche.

No se realmente cuanto tiempo dormí, me parecieron minutos, pero cuando abrí los ojos el sol estaba dándome directamente en la cara, joder mi cabeza se sentía horrible. La puerta se abrió y entró mi amiga con un vaso de café y una charola de donas.

—Buenos días. —me saludó cerrando la puerta con el pie. — ¿Cómo te sientes?

—Como la mierda.

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