Capítulo 6

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Cami

No paré de comerme las uñas hasta que acabó el primer tiempo, me senté en uno de esos sillones esponjosos y lujosos con los nervios a flor de piel.

Daniel estaba jugando increíble pero aun así sabía que esta noche tenía que esforzarse el doble porque todos tenían los ojos puestos en él por ser su primer partido.

– ¿Gusta algo de beber?

Dejé de mirar el techo cuando una amable mujer se acercó, usaba unos jeans y una camisa blanca de cuello alto, había visto a varias personas vestidas de ese modo mientras subía aquí así que imaginé que era el uniforme que tenían que usar.

–Agua, por favor.

La mujer asintió y se retiró, me acomodé mejor en el sillón y me di cuenta que mi teléfono vibraba en mi bolsillo así que me apresuré en tomarlo.

–Hola.

– ¿Lo estás viendo? –preguntó Carolina con mucha emoción. –Por supuesto que sí ¿por qué diablos te pregunto? debes estar en primera fila.

Sonreí al escuchar su voz, la verdad es que últimamente no podía hablar con ella ya sea porque se encontraba ocupada o porque yo me encontraba haciendo cosas de la universidad.

–De hecho, estoy en una especie de balcón, la verdad no sé cómo se llama, pero puedo ver todo desde aquí.

La mujer me entregó la botella de agua y le agradecí con un asentimiento de cabeza.

–Aquí en casa estamos todos locos, probablemente los vecinos llamen a la policía.

Me reí mientras habría la botella.

–Mamá no entiende mucho, pero Oscar se está encargando de explicarle y Johnny casi me deja sorda.

– ¡Vamos Daniel!

Escucho a Johnny gritar y eso me alegró el corazón, podía imaginarme a todos reunidos en la sala mirando la televisión apoyando a Daniel, la verdad estaba muy agradecida.

– ¡Me vas a romper un tímpano! –respondió Carolina. –En fin, ¿Cómo estás? Mamá me ha dicho que querías hablar conmigo ¿todo bien?

Me bebi el agua de un trago y luego me levanté para ir a balcón y ver a la gente que seguía animando a los equipos.

–Si, es solo que te extraño.

–Pues no tendrás que extrañarme mucho, el próximo mes estaré tomando un vuelo hacia Los Ángeles para verte, aun sigo ahorrando, pero probablemente en tu cumpleaños este allí.

Me agradaba muchísimo la idea, pero no quería que ella gastara su dinero en mí.

–No tienes por qué venir, puedo ir yo, no hay problema.

– ¿Y dejar que pierdas clases por mi culpa? Olvídalo, mamá me mataría.

Tiene razón.

– ¿Vas a hacer una fiesta? Si no la has organizado no te preocupes yo te ayudaré.

La verdad no había pensado mucho en mi cumpleaños porque simplemente tenía otras cosas en la cabeza mucho más importantes, tanto la universidad como los planes de boda y lidiar con mis pesadillas era un trabajo que me cansaba mucho mentalmente.

– ¿Con quién hablas?

Escuché una tercera voz a través del auricular del teléfono.

–Es Cami.

–Hola cielo. –dijo mamá de repente al teléfono. – ¿Cómo estás? Daniel está jugando bien, bueno al menos eso fue lo que Oscar me dijo.

Aparté un par de mechones de mi cara ya que el viento del lugar lo desordenaba.

¡Nosotros! (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora