Capítulo 33

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Cami.

Me desperté alrededor de las ocho de la mañana para reemplazar el vestido por ropa deportiva, me puse los tenis y salí del edificio trotando hacia el parque.

Había logrado conciliar el sueño alrededor de las tres de la mañana, así que dormí muy poco, en cambio Luci habló entre sueños y se movió por la cama logrando empujarme un par de veces a la orilla, fue divertido de ver y me ayudó mucho para dejar de pensar en lo que me torturaba desde que salimos del club.

Continué corriendo por el parque centrada en mantener la coordinación y no dejarme distraer por mis pensamientos, al cabo de dos horas me dirigí nuevamente al departamento, las piernas me dolían con cada escalón que subía, al abrir la puerta el olor de comida recién hecha me llegó a la nariz y mi estómago rugió.

—Buenos días.

Luci se asomó desde la cocina, tenía el maquillaje corrido y el vestido desarreglado, su cabello castaño vuelto un nido de pájaros, pero se veía adorable con esa sonrisa que tenía en el rostro.

—Hola. —cerré la puerta y caminé hacia ella. —Buenos días.

— ¿Saliste a correr?

—Aja. —asentí al entrar a la cocina, olía delicioso.

—Me permití preparar el desayuno para las dos. —me miró. —Espero no te moleste.

—No, está bien, no hay problema.

Luci tomó asiento y yo también, sobre la isla había dos platos con huevos revueltos, pan tostado, fruta picada a un costado y jugo de naranja.

—Solía prepararle esto a mi hermano. —comentó pasándose las manos por el cabello para acomodárselo un poco. —espero te guste.

—Ya me gusta. —dije con una sonrisa. —Gracias.

Tomé los cubiertos.

—Y... ¿Se puede saber porque exactamente huimos del club anoche?

Estaba a punto de llevarme un bocado a la boca cuando me detuve.

—Por que quieras decírmelo o no sé qué algo pasó. —levantó la vista de su plato. —Así que escúpelo.

—No escapamos. —dije bajando mi desayuno. —Solo que ya no quería estar allí.

—Si, pero ¿por qué?

Sus ojos me miraban con tanta intensidad que sentí que tenía que contárselo, no podía lidiar con todo esto yo sola, estaba volviéndome un caos.

—Casi beso a André.

— ¡¿Qué?! —gritó abriendo los ojos de par en par.

—No lo hice. —me apresuré a decir.

Me cubrí el rostro con ambas manos.

—Cami...

—No me gusta sentir esto, yo... estoy comprometida ¡Por el amor de dios! Jamás podría hacerle eso a Daniel, él no se lo merece, yo solo... no sé qué me pasó, no sé porque pensé en hacerlo.

—Por que estabas ebria. —dijo ella tomándome de las muñecas, bajo mis brazos para verla a los ojos y me di cuenta que realmente estaba preocupada por mí. —No te sientas mal, todo el mundo tiene ideas tontas cuando bebe, debes enfocarte en que no lo hiciste, supiste que no estaba bien y te detuviste.

—Me siento terrible.

—Escúchame. —dijo mirándome fijamente. —No hiciste nada malo, no tienes por qué sentirte culpable de nada.

¡Nosotros! (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora