Win conducía por la calle principal, estaba perdido en su mundo por lo que no se daba cuenta del auto que lo seguía a pocos metros, llevaba un número incontable de suspiros, realmente no quería ir al trabajo de su P'. Cuando entro en ésto su P' había comenzado a darle información que no conocía sobre él, en su cabeza pequeñas cosas comenzaron a encajar en ese momento, la cantidad de dinero que su P' había gastado la primera vez que salieron no era de alguien que trabajaba en un lugar cualquiera.
Él sabía que no corría ningún peligro al ir al trabajo de su P', pero simplemente le traía malos recuerdos. Win quería relajarse un poco por lo que puso música en el auto dispuesto a olvidarse de todo por lo menos durante el camino, cosa que realmente no le sirvió de mucho.
Bright lo seguía de cerca, no podía perderlo, por su cabeza solo pasaba la idea de que Win iba a ver a la chica, no quería que se reconciliaran, de ser así todo lo que hizo y la pelea que tuvo con él no tendrían sentido.
Finalmente llegaron al lugar, aquella gran entrada les dio la bienvenida, Win bajo del auto y entrego sus llaves a un chico que parecía trabajar ahí, había una fila larga en la puerta pero el guardia de seguridad al ver a Win caminar en su dirección simplemente lo dejo pasar con una sonrisa, como si de un cliente VIP se tratase. Bright de igual manera bajo del auto y entrego las llaves a otro chico que estaba ahí, siguiendo los pasos de su Nong, pero a diferencia de la entrada sin problemas de Win, Bright fue detenido por el guardia.
-Lo siento joven, debe de hacer la fila como todos- dijo con una expresión seria y sin moverse de su lugar.
-Acabó de ver cómo dejaste pasar al chico que llegó justo antes que yo, no veo la razón para negarme el acceso y hacer que me forme- Bright debía entrar lo más pronto posible o corría el riesgo de no ver a Win en toda la noche.
-No tengo que darle explicaciones acerca de a quien dejó entrar y a quien no, por lo que le repito que debe de formarse o no entrará- dijo el hombre ahora más serio que antes, era como un gorila pero menos peludo.
Era claro que no tenía oportunidad, por lo que solo asintió con la cabeza y se dio la vuelta, al levantar la mirada pudo observar a una chicas mirándolo como si de leonas viendo un trozo de carne se tratase, Bright no estaba en las mejores condiciones en cuanto a moda, aún llevaba la ropa que había usado esa tarde, pero tampoco estaba mal, desabrochó un botón de su camisa, dejando al descubierto parte de su clavícula y pecho, una vez que lo creyó conveniente se acercó a las chicas.
-Buenas noches señoritas ¿Les molesta si me meto en la fila?- Está sería la forma más rápida de entrar sin que el gorila de la puerta le dijera algo.
-No.. puedes entrar donde quieras- dijo una de ellas, claramente en doble sentido, cosa que asqueo a Bright pero que oculto con una sonrisa falsa.
-Gracias, son muy amables- dijo finalmente entrando en la fila, si sus cálculos no fallaban estaría buscando a Win en máximo 5 minutos.
-Y.. ¿Cuál es tu nombre guapo?- pregunto otra chica de aquel grupo.
-Soy Bright, mucho gusto- Bright era bueno con las interacciones sociales, pero ahora mismo solo le preocupaba que hacía Win dentro de aquel club.
-Mi nombre es...- Bright no estaba interesado, por lo que no puso atención a la presentación de cada una de las chicas, solo revisaba la hora en su celular, no tenía tiempo suficiente como para perderlo.
Finalmente era el momento de entrar al lugar, el guardia había visto como se metía en la fila, pero ese no era su problema, así que simplemente le dio acceso al lugar con una clara mirada que expresaba "no te metas en problemas o te romperé los huesos", Bright podría ser muchas cosas pero Tonto no era una de ellas, sabía que esté tipo lo tenía fichado y si le daba una pequeña oportunidad lo golpearía, había estado varias veces en diferentes clubs, por lo que podía identificar cuando alguien tenía un problema con él, a pesar de no conocerlo.
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INTRUSO - BrightWin
FanfictionUna pareja millonaria decide por fin comenzar a tener una familia, en su mente estaba la idea de tener por lo menos dos pequeños que jugarán y rieran por toda la casa, pero su sorpresa fue que después del nacimiento del primero de sus hijos no eran...