INTRUSO - BrightWin

parte 34 🔥

Los labios de Bright era una de las cosas favoritas de Win, eran suaves y muy hermosos, cada beso que le daba era incluso mejor que el anterior, Win se sentía en otro mundo. Bright estaba recostado en la cama, mientras que el menor estaba sobre él, ¿acaso era posible sentir tanta satisfacción solo al besarse? Era algo que se preguntaban y que lograban responder simplemente porque lo estaban viviendo.

Win se separo del beso y se estiro para tomar aquel frasco que había sacado tiempo antes del cajón, Bright solo lo miraba expectante, era tan hermoso que incluso parecía irreal —Si continuas viéndome así, me pondré nervioso— hablo Win mientras destapaba el frasco y echaba una cantidad considerable en su mano.

—Pídeme lo que quieras y lo hare, pero dejar de verte me es imposible— para Bright, Win era una obra de arte digna de apreciar y adorar, cada vez que lo miraba caía más y más ante sus encantos.

Win sonrió y tomo ambos miembros en su mano, Bright soltó un gemido ronco al instante, se sentía muy bien, el roce entre ambos era inexplicablemente satisfactoria para él. La mano del menor comenzó un vaivén de arriba a abajo, aumentando la velocidad progresivamente.

Bright tomo el frasco de lubricante que Win había usado antes y puso un poco en sus dedos, se estiró un poco y miro a Win buscando aprobación. El menor solo observaba con la respiración acelerada, para finalmente asentir con la cabeza.

El mayor introdujo uno de sus dedos en el trasero de Win, había pasado tiempo desde la última vez que Win había hecho algo así por lo que al inicio se sintió un poco extraño, pero a medida que Bright se movía dentro de él, las cosas se volvían cada vez más excitantes y satisfactorias.

Win continuo con el movimiento, mientras Bright se concentraba en preparar al menor y cuando lo vio conveniente, introdujo otro de sus dedos dentro de él, la espalda de Win se encorvó hacia atrás, está vez Bright había tocado el punto más sensible de Win.

Ambos estaban ardiendo internamente, ver está faceta de Win volvía loco a Bright, quería darle todo de él, quería que lo disfrutará y que nunca pudiera olvidar está experiencia, anhelaba ser el único que pudiera ver este espectáculo erótico y ser el único que pudiera tocarlo. Cuanto más tiempo pasaba con Win, más ganas tenía de él; era casi como una droga, algo que después de probarlo una vez no podría dejar de hacerlo aún si quisiera.

Con su mano libre tomo la nuca de Win y acerco sus rostros, sin perder el tiempo beso a Win aún sin dejar de mover sus dedos dentro del él, rozando una y otra vez aquel punto sensible, Win gemía y suspiraba entre besos, lo que estaba experimentando debía ser ilegal.

Bright introdujo su lengua dentro de la boca de Win, el beso cada vez era más desesperado, quería más y más de él, quería poseerlo completamente, su mente no podía pensar en otra cosa, estaba dejando salir su lado más salvaje, después de todo los humanos somos animales, animales dispuestos a hacer cualquier cosa por nuestra propia satisfacción.

Ambos se separaron del beso y Bright bajo desde la boca de Win hasta su cuello, dejo un camino besos pasando de lado a lado, subió hasta el lóbulo de su oreja y lo mordió levemente, Win gimió levemente, cada roce era más intenso y su cuerpo ya estaba muy sensible al contacto.

Bright bajo hasta llegar a uno de sus pezones y comenzó a lamerlo y morder levemente, aún estando tan cerca parecía no ser suficiente, ambos querían más del otro. Bright saco sus dedos y Win finalmente dejo de mover su mano, el mayor tomo al menor y se impulso para recostarlo sobre la cama, está vez quedando entre sus piernas.

—¿Puedo?— pregunto tomando su miembro y rozandolo en la entrada del menor, el rostro de Win estaba rojo y el sudor comenzaba a hacerse notar.

—Hazlo antes de que yo mismo te obligue a hacerlo— dijo Win desesperado, sentía que estaban muy lejos, aún si estaban uno frente al otro, el olor del perfume de Bright se hacía notar poco a poco, eso lo volvía loco.