Parte 29

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Después de su travesura Bright salió a escondidas de la habitación de Win, aún era temprano por lo que sus padres debían estar durmiendo, al salir se dio cuenta de que la puerta no estaba cerrada con seguro, eso pudo haber sido todo un desastre, pero aún sabiéndolo se sentía increíble, parecía que nada ni nadie podría arruinar su buen humor.

Por su parte Win se quedó un rato más en su habitación, sonriéndole a la nada, podía sentir mariposas en su estómago y sus mejillas estaban completamente rojas; no estaba seguro de donde había salido ese Win descarado que simplemente le pidió a Bright que lo tocara, pero estaba muy agradecido.

Se levantó después de algunos minutos más recostado, tomo lo necesario y salió de la habitación, dirigiéndose al baño para darse una ducha, al terminar se vistió y dejo la ropa sucia en su lugar, mientras arreglaba la corbata en su cuello, escucho que alguien tocaba la puerta.

–¿Intruso? ¿Te estás duchando?– pregunto Bright desde el otro lado.

–Solo termino de alistarme ¿Necesitas algo?– pregunto tomando su cepillo de dientes.

–Solo avísame cuando termines, yo también me quiero duchar– pidió amablemente.

–Esta bien– dijo poniendo un poco de pasta en su cepillo antes de metérselo a la boca y comenzar a cepillarse.

Win siguió con lo suyo, aún si parecía tranquilo tan solo con escuchar la voz de Bright su corazón latía rápidamente y una sonrisa boba se instalaba en su rostro; una vez que terminó salió del baño en busca de su novio, la puerta estaba abierta, así que simplemente entro, encontrándose con él revisando unos papeles en su escritorio, probablemente era algo de su trabajo.

Camino con sigilo hasta llegar detrás de él y lo rodeo en un abrazo, descansando su cabeza en su hombro. Bright sonrió sintiendo el aroma y la calidez de su novio.

–Hueles muy bien– dijo Win en tono bajo, cerrando sus ojos y dejándose llevar por el aroma proveniente de su novio.

–Aun no me he bañado, dudo mucho que sea verdad– río un poco, dándose la vuelta, el menor dejo de apresarlo con sus brazos y Bright se encontró con un Win con el cabello húmedo y despeinado –¿Por qué no arreglaste tu cabello?– pregunto mientras lo peinaba un poco con sus dedos.

–Ups, lo olvide– dijo con una sonrisa avergonzada mostrando aquéllos lindos dientes de conejo, sus ojos se hicieron pequeños y su rostro casi parecía brillar a los ojos de Bright.

–Esta bien, al menos ahora puedo ayudarte– ambos estaban en su propia burbuja, hasta que escucharon a alguien carraspear desde la puerta, haciendo que se separaran casi al instante, viendo en aquella dirección.

–Yo también estoy un poco despeinada, ¿arreglarías mi cabello?– hablo su madre mientras entraba a la habitación con una sonrisa.

–Claro, Bright el estilista puede ayudarte con lo que necesites– respondió siguiendo a su madre con la mirada.

–No sabia que tuviera una peluquería en mi propia casa– bromeó la mujer una vez que llegó justo frente a sus hijos.

–Bueno es solo para gente de la familia, así que siento decirte que no puedes recomendarme con amigos– siguió Bright fingiendo tristeza.

Su madre comenzó a reír al igual que Win, mismo que había estado en silencio total, aún no sabía cómo actuar frente a su madre cuando estaba con Bright.

–¿Necesitas algo mamá?¿Todo está bien?– finalmente habló.

–Venia a buscarlos, pase por tu cuarto pero no estabas, así que supuse que deberías de estar con Bright– respondió, paseando sus ojos por la habitación de su hijo mayor –¿Y ese milagro que tendiste la cama?– pregunto sorprendida.

INTRUSO - BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora