Capitulo 14

834 52 37
                                        

''Un beso lleno de lujuria, es el resultado de una pasión desenfrenada. Un beso lleno de ternura, es el resultado de un amor descontrolado''

Sus labios aún unidos. Sus ojos cerrados, dejándose llevar por las caricias que se proporcionaban uno al otro. Jadeos ahogados. Gruñidos sordos. Sus cuerpos estaban en llamas. Cosimos por la pasión. Judith y Max se besaban sin dar signo de parar. No querían detenerse. Aún con la música fuerte, estaban sordos de su alrededor.

La oscuridad que los rodeaba hacia más excitante la situación.

Sus instintos eran dueños de sus deseos. Su control estaba ya muy lejos. La tentación le dio paso al exquisito deseo.

Max aun con los ojos cerrados, alejo sus labios de los húmedos labios de Judith. Su pecho subía y bajaba con rapidez. Movió una de sus manos a la cintura de la joven.

''Has bebido de más'' Abrió los ojos. Pudo ver su expresión jadeante y seductora.

''Solo un poquito'' Confeso sonriendo. Volvió a pegar sus labios a los labios de Max.

No le dio tiempo para rechazarla, ni mucho menos para apartarla. Los labios de la ojos jade, eran demasiados, deliciosos y adictivos, para rechazarlos. Max quería más, tanto como ella quería de este. Más de sus labios. Más besos. Más y más. El castaño paso su lengua por el labio inferior de Judith. Mordisqueó ese mismo labio y volvió a repetir la acción varias veces, para luego finalmente adentrar su lengua, dentro de la cavidad bucal de esta.

La joven gimió por tal deliciosa acción.

''Sí que has bebido. Tu sabor te delata'' Gruño. Max estaba peleando con su lado primitivo.

''¿Mi sabor?''

''Si. Estas ebria Judith'' Max repuso su tono de voz. Soltó con delicadeza a la mujer. Judith tambaleado un poco, pero al final se paró firme frente a este.

''¡Ebria de amor!'' Exclamo sonriendo y lo tomo del cuello de su chaqueta. Estampo sus labios, en los labios de este. Max frunció el ceño y cerró los ojos un par de segundos, dejándose llevar por Judith.

Su conciencia lo perturbó de golpe.

''No hagas esto'' Se separó con dificultad. Le lanzo una mirada turbia ''No juegues con mi cordura'' Suplico serio.

''Entonces olvida tu cordura. Yo quiero tus besos'' Judith lo tomo de la nuca, volviéndolo a besar. El atractivo castaño estaba realmente luchando contra sus deseos. Judith lo besaba aunque este mantenía la boca cerrada. Pero segundos después Max cerró los ojos cansado de luchar consigo mismo. La tomo de la cintura. Abrió la boca, dándole de nuevo el control a la joven. Sus lenguas volvieron a danzar con ímpetu.  Volvieron a besarse, por segundos hasta minutos. Mucho tiempo.

''Judith...'' El soldado se volvió a separar de la morena. Dio varios pasos lejos de esta. Max tenía que reponer su razón.

''Max...''

Este negó con la cabeza.

''Debemos volver. Vamos'' La tomo del brazo sin mirarla.

Judith aún más perpleja, apretó los labios enojada.

''!No! ¡Quiero que sigamos besándonos! Quier—'' La morena refunfuñaba como si de una niña se tratara. Como si le hubiera quitado su caramelo favorito.

''Lo sé'' La interrumpió honesto. Le plateo un rápido y cortó beso en los labios. ''Vamos''

''!Maximiliano!'' Judith hizo un mohín, pero se dejó guiar por el soldado.

Las memorias de Max Donde viven las historias. Descúbrelo ahora