Capitulo 21

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''Todo sueño, se convierte en realidad y toda realidad, se convierte en pesadilla''

Con pocas fueras abrió sus ojos, los cuales rápidamente observaron su alrededor. Analizando su entorno, se percató que aunque las marrones cortinas cubrían las enormes ventanas, traspasaba algo de luz proveniente de sol. La calefacción seguía en su temperatura media. Intento mover su cuerpo, pero algo la inmovilizaba. Algo lo impedía. Su mirada viajo, al lugar donde provenía esa extraña sensación.

Era una pesada mano, la cual cubría uno de sus senos.

Aun soñolienta giro su cabeza, para apreciarlo mejor. De inmediato se sonrojo.

Se encontraba boca abajo, con su castaño cabello desordenado, completamente desnudo y con el brazo extendido hacia su cuerpo. Sus labios estaban entre abiertos y su expresión era tranquila. Parecía como si desde hace muchos años, no dormía con tanta plenitud.

Cuidadosamente retiro la mano del hombre sobre ella, y se levantó de aquella cama. Su expresión se contrajo un poco, en cuando sus pies sostuvieron su propio peso. Levanto del suelo una larga camisa blanca. Era algo grande pero, la utilizo para cubrir su cuerpo. Volvió a mirar al hombre, e inconscientemente también al firme trasero de este. Embelesada negó con la cabeza, para alejar esos extraños pensamientos, los cuales venían con ese excitante deseo, de volver a estar entre esos fuertes brazos.La joven se encamino hacia el enorme baño.

Una vez dentro, deslizo la camisa que traía puesta, por arriba de su cabeza y dicha prenda cayó al suelo. Encendió la regadera y espero a que el agua que salía de esta, estuviera lo suficientemente caliente para entrar. Su cuerpo se relajó, a la misma vez en que sus labios soltaron un aliviado suspiro. La tibia agua, se sentía deliciosamente relajante, al chocar contra su fría piel.

''Max...'' Alucinada, pronuncio el nombre de quien se encontraba dormido en la cama.

Los recuerdos de la anterior noche se producían dentro de su cabeza. Aquellas manos desenfrenadas, que se deslizaban por todo su cuerpo, haciéndola vibrar. Aquella lengua experta que se movía con devoción entre sus piernas, junto a esos labios hambrientos de deseo. Aquel cuerpo que se movía encima o debajo de ella, poseyéndola como nunca nadie lo había hecho.Todo fue excitante. Exquisito. Fue perfecto.

Al terminar de bañarse se dirigió a su respectiva habitación, ya que hay se encontraba su equipaje. Escogió cuidadosamente ropa interior térmica, un par de medias oscuras, una falda corta con pliegues y un suéter de mangas largas oscuro. Por último, se colocó un hermoso abrigo chino, con la abertura curvada de color marrón.

Mientras hacia el lazo por el frente del abrigo, escucho pasos aproximándose. Su corazón se agito.

Cerro los ojos esperando a que la puerta se abriera, pero no sucedió. Lo único que escucho fue de lejos, el sonido del agua, que salía de la regadera.

Entonces con el corazón asustado, apretó sus puños. Minutos de un tormentoso silencio se hicieron presente.

''¡¿Vas a salir?!'' Le grito. Era lo único en que pensaba. ''!Porque, puedo esperarte y...!''

El sonido de la puerta al abrirse la interrumpió.

Esos profundos ojos cafés, se cruzaron con aquellos ojos verdes que tanto él quería.

''Jud...'' Su voz sonó más ronca de lo usual. ''No iré a ninguna parte, si no es contigo''Max solo traía una toalla enrollada en su cadera y húmedo el cabello.

''¿Enserio?'' Balbuceo sorprendida.

''Claro que si'' La miro fijamente y camino, hasta estar frente a la morena.

Las memorias de Max Donde viven las historias. Descúbrelo ahora