un mismo camino (Antoine Griezmann) 2°PARTE

Cap 90

Especial de narrador externo.

Los días en la casa ubicada en Barcelona donde los Griezmann vivían cada vez tenía situaciones distintas, días en los que Mía estaba con su madre eran los peores para Laura donde tal parecía que su pequeña Julieta fuera más que un torbellino. Su mal humor, mañas y gritos con berrinches incluidos por la más mínima cosa eran los que la pequeña hacía cuando su hermana mayor no estaba en casa.

Para Laura eso era caótico, ya que amaba dedicarse ella misma a la crianza de sus niñas y tener la menor ayuda posible en ello pero esos días fue de suma urgencia el llamado a la niñera... Con el gran vientre de pasados los ocho meses para Laura era muy molesto estarse moviendo al ritmo de su hija.

Por otro lado, Antoine estaba dedicado completamente a sus rutinas de ejercicio y entrenamientos constantes con el equipo ya que la competencia había comenzado y debía evitar que su molestia en el tobillo le fuera impedimento de ser titular, el llegar a casa era ducharse, cambiarse, comer y disfrutar unos minutos antes de dormir con su pequeña Julieta quien por esos días dormía sola y Mía no estaba en la otra cama.
Luego, conversar con su esposa, disfrutar darle caricias donde estaba su pequeño creciendo y de una vez en cuando demasiados mimos con su esposa, la cual el humor estaba siendo muy cambiante pero el más que nadie sabía que era parte de su proceso de embarazo y aunque aveces no la soportaba evitaba discutir para no ponerle de mal estado.

Un día con solo decirle gorda de cariño, Laura terminó entre lágrimas y le no le dirigió la palabra durante todo el día ni aunque Antoine le rogase, eso hasta la noche.... Donde las caricias estaban de sobra y las hormonas de Laura estaban muy alborotadas y a flores de piel, al siguiente día Antoine estaba muchísimo más contento que su misma esposa.

La llegada del nuevo integrante cada vez estaba más cercana y la doctora había confirmado que el bebé venía fuerte y perfecto eso, generó tranquilidad a los padres que tenían miedo de la mínima cosa después de todo lo ocurrido anteriormente.
La habitación del pequeño estaba lista para su llegada, no paraba de llegarle ropa de regalo y solo faltaba la compra de las letras para su pared pero por esa parte Antoine aún estaba entre tres nombres y sabía que el tiempo se le estaba agotando.

Ningún nombre le convencía o si era así, dudaba mucho. Quería que a su esposa le gustará y ese era el detalle de que le costará elegir un nombre aunque sabía que ella iba a a estar conforme con cualquiera.

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Narra Antoine.

Miró a Laura sentada sobre el césped con laas tarjetas de colores, anilaes y números sobre el y Enseñándole a julieta. Se veía más que hermosa... Su pancita cada vez más grande y redonda impidiendo que la ropa le quedará. Cosa que la hacía enojar varias veces pero algo a lo que me había acostumbrado.

Ella levanta su vista y al verme apoyado en el ventanal sonríe.

Le respondo de igual manera y voy hacia ella, al sentarme en el césped Julieta se sube a mis piernas de inmediato y se acomoda para tomar las cartas y jugar con ellas mientras copiá los gestos de los animales y dice su nombre.

- te has sentido bien? - le preguntó y ella asiente acercándose para besarme y él suave toque de sus labios me vuelve loco cada vez de solo querer que mi pequeño salga y poder tener una increíble noche con mi mujer.

- he estado perfecto cielo - me guiña un ojo.

Acarició el cabello de mi pequeña que pronto dejaría de ser la hermana menor y comienza a hablarme de las tarjetas que tiene en su mano.

Me encantaba como Laura se tomaba el tiempo siempre de tenerles al día y Mía pronto entraba a sus clases y dejaría de pasar tanto tiempo con Julieta, estábamos tratando de que ella se acostumbrara pero parecía que nada resultaba y preguntaba por ella cada 10.