Capítulo 41

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Y es.... miércoles!!! Mier-co-les!! Bien, estamos en la recta final, según mi conteo de capítulos nos quedan unos 4 capítulos más y las cosas poco a poco se están "cerrando" (quienes conocen mi forma de llevar las historias entenderán esas comillas), no quiero decir más nada pero yo planeo despedirme de esta historia a lo grande!

Besos, gracias por todo su apoyo semana a semana y se que les debo responder a los mensajes, lo haré lo haré.

///////////FIN DE LA NOTA/////////////////////

Estar hospitalizada definitivamente no era su situación favorita, apenas si podía ver a Ben unos segundos y ni hablar de Lucy. Paso un largo rato con sus amigos, se turnaban para visitarla y distraerla de estar en cama pero aún así extrañaba horrores ir de aquí para allá por el hospital. Por fortuna, Rogers aceptó ser el jefe interino del departamento y ese le daba un alivio extra, de otra forma tendría que recurrir a Stevens y eso era lo último que quería en el mundo.
No obstante, el panorama con sus bebés seguía de igual forma, trató de aferrase a las palabras de su esposo, a esa cuota de esperanza que le había hecho ver, su distancia de ella no ayudaba en lo absoluto.

Rey:
¿Tienes tiempo? No quiero estar sola...te necesito.
11:48 am

Ben:
El Doctor Solo se encuentra en cirugía, irá lo más rápido que pueda. Le envía saludos.
11:48 am


Suspiró, asumió sería una enfermera o algo así. Se lamento de inmediato el haberle interrumpido en algo importante, “Pero tú y sus hijos son algo importante” arrojó su cerebro. Dejó el celular a un lado. Un dolor en su bajo vientre llegó de un momento a otro, apretó el puño izquierdo tratando de aguantar. Exhalo buscando que pasara, respiró profundo varias veces hasta que ya no pudo con ello, luego apretó el botón que llamaba a las enfermeras, la doctora había dicho que podría experimentar dolor pero aún así sintió miedo de que no fuese normal. Bajó la mirada a su vientre, con su mano libre lo acarició.

—Tranquilos, tranquilos... mamá esta ahhhg—apretó los dientes.

—¿Qué ocurre?—preguntó una de las enfermeras al entrar, sin dudar se acercó a la cama en cuanto la vio.

Cambiaron la posición de la cama para que está estuviese acostada, quitaron también el exceso de almohadas. Le aplicaron el relajante uterino, le ayudaron a colocarse sobre su lado izquierdo, una posición favorecedora para la situación. Una de las enfermeras acercó la silla a la cama, tomó la mano de Rey y le indicó cómo respirar para apoyar la relajación.

—¿Tiene hijos?—preguntó Rey entre respiración y respiración buscabdo distraer su mente. Notó como otra de las enfermeras levantaba su bata de hospital y echaba el gel para el ecógrafo.

—No, no puedo tener hijos—le dijo con una sonrisa dulce. Volvió a respirar con ella para que continuase.

—Perdona—continuo respirando.

—Descuida, lo tengo asumido hace tiempo y cuando llegué el momento decidí que iba a adoptar...por el momento no, soy bastante joven aún—dijo con igual alegría.—Ahora, mi compañera está viendo a tus bebés y nos dirá cómo están.

—¿Estan bien?—preguntó desviando la mirada.

La otra enfermera no respondió a su pregunta limitándose a asentir, voltio la pantalla hacia Rey y le subió al sonido para que escuchase los latidos. Para su conveniencia se encontraban bastante cerca así que pudo escucharlos a ambos al mismo tiempo, a ella le pareció bonito, como si estuvieran apoyándose mutuamente.

Confía en mí [Au Reylo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora