Confía en mí [Au Reylo]

Capítulo 17

Hola mi gente bella, si! Es miércoles y por eso les traigo el capítulo del día! Muchas gracias por sus hermosos comentarios, vengo atrasada en responderlos pero los he leído a todos y me animan a seguir escribiendo!

Sin más, feliz navidad o feliz lo que sea según su religión y pasen un lindo día!

P.D entre las fiestas veré si llego a publicar algo el próximo miércoles, les estaré avisando de no llegar

Besos!

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Leia, una mujer imponente, elegante y amable por donde la mires. Su presencia inspiraba la más profunda de las calmas, hablar con ella era como encontrar la sabiduría misma. Al menos eso creían todas las personas en el SGH cuando se la encontraban, para Ben era mucho más que aquello y su visita sorpresa lo había llenado de alegría. Solo existía un pequeño percance en todo ello, Leia tenía la suficiente intuición como para adivinar su 'relacion' con Rey. Desde que llegó quiso advertirle que ella estaba por allí pero el universo estaba conspirando contra él.

--Es un lindo lugar, debo confesar que investigue un poco antes de venir aquí y es una pena que uno de los cirujanos más hábiles en estética ya no este sino en Ohio--miró con atención cada detalle del sitio

--Se escapa de mi el detalle de quién estás hablando, desde que llegué ninguno de mis cirujanos se ha ido madre

--Creo que fue hace casi 1 año y medio, no lo conociste pero yo sí...una grandísima persona...algo con S era su apellido

Busco en su mente el origen de la familiaridad de aquellos datos, al tenerlos presente se preguntó si sería lo más indicado hacer lo que estaba pensando.

--¿Silverman? Oí que trabajo aquí pero luego se fue por algunos problemas de pareja--camino a su lado, Leia tomo su brazo para sostenerse en su andar

--Si mal no recuerdo si, era pareja de una cirujana de aquí pero no se qué habrá pasado...Ella se lo pierde, un gran hombre

Ben suspiro profundo, ¿Cómo competir frente a esa descripción? No culpaba a Rey si aún no podía olvidarlo, parecía ser todo un gran partido. Se sintió minúsculo, incapaz de llenar el vacío que había dejado en Rey.

Debió dejar a su madre con Niima en medio de su tour por el hospital para atender una consulta urgente, por los números supo que era Rey y no pudo evitar que su pecho se sintiera más cálido. Se dirigió de inmediato a la sala de urgencias, las camas estaban repletas y más gente parecía llegar en ambulancia. Ubicó a Rey con la mirada, tenía sus manos en el interior de un hombre en su espacio intercostal.

--¿Qué sucedió?--de colocó de inmediato guantes

--Sherman, policía de 47 años con dos heridas de bala, una en el pecho  y otra apenas tocó el bazo, tuve que hacerle una toracotomía de emergencia y parar la hemorragia con mi mano, puedo mantenerla así hasta llegar al quirófano--lo mira--no tenemos mucho tiempo--la enfermera cubre la mano de Rey y al paciente con otro campo estéril, ella sube sobre los estribos de la camilla para ser llevada al quirófano

--Estas segura de esto?--ella asiente--¿Completamente?...Bien, vamos a eso

Se acercó a la camilla del paciente a escasos centímetros de Rey y llevo su mano hacia su espalda baja para mantener en ella un sostén frente al movimiento que iba a iniciar. Kadri le ayudó del otro lado a mover la camilla, fue equilibrando el agarre de su mano con cada movimiento de ella que le daba indicios de hacia dónde podría llegar a caer. Estaba convencido que de haberse tratado de otra mujer, ya hujiera acabado en el suelo pero a Rey le conocía muy bien sus posturas y podía fácilmente acoplarse a ellas en ese preciso momento.
Llegaron al ascensor, abandonó su agarre unos instantes mientras ponia su cofia en la cabeza, tomo del bolsillo izquierdo del pantalón de Rey el suyo y antes de que pudiera protestar, Ben ya se encontraba cubriendo cada parte de su cabeza. El tiempo era escaso, Rey debía aceptar eso o ser responsable por las consecuencias. Reanudaron la misma marcha que antes, Kadri se apresuró a ir por un par de cubre zapatos cuando una enfermera fue a reemplazarla. Se detuvieron apenas unos segundos, Rey bajo del estribo. El jefe palmeo su pantorrilla para que levantara su pie en su dirección y le colocó los protectores sobre sus zapatillas, repitió su acción con el otro pie.