Capítulo 42

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Y es miércoles!! Bienvenidos a un día maas a esta historia, no les ocupo más tiempo y les dejo con el cap. Muchas gracias por todo su apoyo, estaré respondiendo los comentarios en cuanto pueda. Les quiero 💞.

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////////////FIN DE LA NOTA//////////////////

Cambió varias veces de canal sin decidirse a qué mirar, desconocía por completo la programación a esas horas por su falta de tiempo para estar frente a la televisión y todo le parecía realmente absurdo. Dejó el control remoto a un lado, miró sus platos vacíos con algo de nostalgia. El desayuno le había parecido insignificante, estaba tentada a pedirle a su esposo que cumpliera con su incipiente antojo por galletas de limón. Desistió de esa idea al recordar que él tendría sus propias cargas con Lulu en ese momento.

—Armitage—le llamó llevando la cabeza hacia su dirección—¿Puedes hacerme un favor? Se lo pediría a Ben pero debe estar ocupado con Lucy viniendo para aquí.

—Claro, dime—respondió dejando su revista de neurología a un lado.

—Tengo un antojo, galletas de limón y digamos que este desayuno no fue satisfactorio...soy como tres personas ahora mismo, deberían darme más comida—dijo con una ligera irritación en su tono de voz.

—De acuerdo de acuerdo—se incorporó enseguida de su sitio—¿De alguna marca en especial o de algún sitio? De hecho es una pregunta tonta como si los bebés te dijeran—se aclaró la garganta—Madre quiero galletas de limón de la calle Flores al 1788—dijo con voz chillona.

Rey comenzó a reír a carcajadas, moderó sus risas al sentir algo de dolor en su herida por el movimiento pero continuó riendo naturalmente, luego llegó un punto donde la risa comenzó a preocupar a Hux. Ella acabó sollozando de un segundo a otro, su risa ya no estaba, las curvas alegres de sus labios ahora eran una fina línea y el ambiente se tornó triste. Hux se acercó a ella algo dudoso, colocó su mano en el hombro.

Rey dejó sus sollozos para volverlos un llanto.

—Todo está mal, se que lo está aunque intentan que no lo vea...pero yo más que nadie se lo que es ocultar cosas a los demás bajo una máscara—trató de secar sus lágrimas—asi que sus máscaras no funcionan conmigo aunque actúo como si así lo fuese.

—¿A qué te refieres con que todo está mal?—preguntó con cautela.

—Hegel, mi obstetra, no ha hablado más que con Ben, no la he visto desde que planteo el plan de cuidados, Rose no quiso estar aquí esta noche, Mónica no vino sólo por lo que dijo...pudo simplemente decir aquello por mensaje, no era información delicada o importante lo que menciono...y Ben, Ben está tan mal como yo solo que no lo dice—siguió secando sus lágrimas—Se que me quieren cuidar pero soy fuerte, puedo afrontar mejor las cosas si sé lo que se viene pero si me lo ocultan no me ayudan.

Hux se quedó en silencio unos segundos revisando mentalmente el escenario.

—Desconozco sobre si es de ese modo o no, sólo se que me ofrecí a cuidarte esta noche porque te tengo aprecio, porque tú me salvaste la vida y porque no quería ayudar a Ben con la mudanza...si, se que la rehabilitación física para fortalecer mi corazón va de maravilla pero aún así tengo miedo, temo que este corazón falle si me exijo demasiado y también temo ser tratado diferente por mis miedos, que me traten como algo frágil—rió un poco—supongo que tenemos eso en común, el no querer ser tratados como frágiles pero ¿Sabes una cosa? Nadie cree que seamos frágiles, sólo nos quieren y ya. Así que no te pongas paranoica tú también—le sonrió amistosamente.

Dejó de llorar, sonrió un poco secando sus lágrimas. Tenia calma a su alrededor, algo de confianza también. Rey había decidido abrirse a una nueva persona, estaba descubierto ese camino desde que conoció a Ben pero ahora el lanzarse de lleno sin alisar el camino había sido un nuevo escalón. Sonrió aún más, el escalón bajos sus pies no parecía romperse y extendió la mano hacia Hux.

Confía en mí [Au Reylo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora