Capítulo final.

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Y esss el último miércoles con esta historia!! Disfruten💞
//////////FIN DE LA NOTA/////////


1 año después.

El despertador sonó con su chillido habitual, con una queja en los labios rodó por la cama hasta que ya no pudo hacerlo y se vio envuelta en los brazos de otra persona mientras el sonido se apagaba. Sonrió al notar los besos en su mejilla, aún tenía pereza en abrir los ojos pero sabía perfectamente quien estaba a su lado.

—Buenos días nena—le oyó murmurar en su oído con voz ronca.

—Uf, esa voz—comentó con una risita, abrió lentamente los ojos.

—Mmm ¿Te estás poniendo traviesa?—preguntó contra su cuello, descendió con una de sus manos por la curvatura de su espalda hasta llegar a su trasero.

—Los niños están dormidos—flexionó una de sus piernas para colocarla sobre su cadera, Ben no dudo en deslizar la mano hasta su glúteo para tenerle más cerca.—Deberiamos aprovechar.

Se retiró de su cuello buscando sus labios, al mismo tiempo giró su cuerpo para posicionarse sobre ella. Rey separó, con una sonrisa ladina, sus piernas para él y buscó el beso cuando se encontraron lo suficientemente cerca en todo sentido.

Balbuceos llegaron a su oído a través del monitor de bebé, suspiró frustrada separándose de sus labios. Los pequeñines ya estaban despiertos.

—Te espero en el comedor cuando se te baje—besó su mejilla deslizándose debajo de él hacia fuera de la cama.

—Ya, tal vez me convenga una ducha—se apartó para facilitarle su salida.

—Buscaremos el tiempo para continuar esto—le guiño un ojo, tomó su bata y se la colocó sobre el pijama.

—Espero ese momento con ansías—sonrió de lado.

Se apresuró a salir de la habitación antes de caer en esa tanda de cumplidos y deseos, desde que habían nacido los gemelos eran escasos los momentos donde podían estar juntos de esa forma pero no desaprovechaban ninguna ocasión para tomarse de la mano, abrazarse o simplemente charlar sobre sus preocupaciones. Estaban allí para el otro, afianzando cada día su confianza y compañía, continuando esa construcción de su matrimonio.

Caminó por el pasillo hacia la habitación de los bebés, Lucy abrió su puerta de puntillas y con su jirafa en brazos corrió hasta alcanzar la mano de su mamá.

—Buenos días, ta salió el sol!—exclamó con un pequeño saltito.

—Ya salió el sol y ya se despertó la luz de mis días—la abrazó llenándola de besos a su paso.

Lucy se soltó, ríendo abrió la puerta de la habitación y muy alegre saludo a sus hermanitos en sus respectivas cunas ya despiertos. Los dos pares de ojos color miel se dirigieron con mucha alegría hacia ella, las cabelleras negras no tardaron en asomarse por encima de las barandillas de las cunas.

—Buenos días mis hermosos solecitos—dijo con mucha ternura.

—Pa..pa—dijo Jaicen.

—Papá está ocupado ahora, luego le vemos abajo así que ahora—se acercó a su cuna para tomarle en brazos—tienen que cooperar así mamá puede hacer esto con rapidez y eficacia.

Primero se ocupó de cambiar a Jaicen dejando a Lucy y Jaina en la alfombra de juegos a que pasarán el rato mientras. Le ató los cordones de sus zapatillas antes de dejarlo al lado de sus hermanas, tomó en brazos a Jaina para cambiarla. La vistió casi a juego con su hermano, luego peino su cabello consultando la hora en su reloj, iban un poco tarde y debían apresurarse si querían llegar a tiempo para el juicio.

Confía en mí [Au Reylo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora