¡Pequeñas historias con tus personajes favoritos de distintos animes! (xLectora ♀)
✓500k: 5 de junio, 2020.
✓1M: 14 de abril, 2021.
Los animes y personajes no me pertenecen. Créditos a sus respectivos mangakas/creadores.
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Cierto rubio se encontraba dándole la espalda a su pareja fingiendo ponerle más atención a su Switch que a lo que ella le preguntaba. Desde que llegó a visitarlo a su casa notó que estaba mucho más callado e lo usual, ella al ser extrovertida y amar estar con la gente se había acostumbrado a reconocer cuando alguien no se encontraba bien. Kenma y (TN) eran como el agua y el aceite, sus personalidades eran totalmente contrarias, de hecho se conocieron gracias a que tenían a Kuroo como amigo en común, no era de extrañar que esos dos se llevaran tan bien, pues parecían estar tallados de la misma madera.
Un día de la nada la muchacha decidió que "adoptaría" a un introvertido como parte de un chiste interno de ella con sus amigos incitado por unos memes de internet sobre el tema. El introvertido que terminó adoptando fue nada más y nada menos que Kenma. Obviamente decir "adoptar" era una forma de decir que se haría su amiga, no lo trataría como una mascota ni un bebé.
En un principio el rubio no entendía por qué se quería hacer cercana a él, podría decirse que incluso su personalidad animada lo llegaba a agobiar en ocasiones y lo cansaba demasiado, no porque lo hiciera correr o le cayera mal, sino que el simple hecho de hablar mucho como ella lo hacía le daba flojera. No obstante, con el paso de los meses pudieron describir que tenían ciertas cosas en común, como los videojuegos, ella no era tan buena como lo es él, pero lo que importaba era divertirse. Kenma hacía lo que podía para instruirla en el League of Legends, aunque la mayoría de las veces él era quien carreaba a la chica.
El tiempo pasó y sucedió lo que nadie pensó que sucedería: se enamoraron. Sus personalidades eran polos opuestos, pero como dicen por ahí, los opuestos se atraen, y este fue el caso de esos dos jóvenes.
Kenma no le quería externar qué era lo que tenía. Simplemente quería dejar que se le pasara y seguir como siempre, le daba un poco de vergüenza decirlo. Pese a ello, su novia no desistió, se ponía enfrente de él para que la mirara y hacerlo a contestar; era su pareja, debía tenerle la confianza para decirle de todo. La muchacha le picó las mejillas con su dedo índice, el rubio ni siquiera quería voltear a verla, pero después de varios picotazos e intentos fallidos de querer ignorarla hizo una mueca —que a (TN) le pareció muy tierna—, y finalmente la miró.
—¿Qué es lo que tienes, michi? —le preguntó haciendo un puchero.
Kenma soltó un suspiro, pensó las cosas un poco y finalmente se armó de valor para enseñarle lo que le incomodaba. Era una fotografía que se había tomado ella con sus amigos en una salida que tuvieron, lo que le revolvía el estómago era un chico en especial que tenía un brazo por encima de los hombros de su novia. Él sabía que ella era muy dada al contacto físico, y no le incomodaba que otras personas lo hicieran también, era algo que veía de como inocente, pero para Kenma no era así, no era la primera vez que ese amigo suyo se ponía con ella para salir a su lado en las fotos. Sí, estaba celoso.
—Awww, ¿eso es lo que te tiene mal, kitty? —su corazón se derritió, era la primera vez que Kenma decía que estaba celoso. El rubio miró hacia un lado sonrojado intentando evitar su mirada—. Kenma —lo tomo de las manos-, es solo un amigo, no tengo ningún interés por él. Yo te amo a ti, por algo estoy contigo.
El rostro del colocador de Nekoma se enrrojeció aún más. Era algo inseguro en algunos aspectos y este era uno de esos, no quería perder a (TN), la chica a la que menos pensaba que le fuera a entregar su corazón por la diferencia de personalidades. Ella era muy sociable, y él no intentaba hacer que dejara de salir o dejara de hablar con sus amigos, jamás le prohibiría algo, pero sí necesitaba de vez en cuando unas palabras que lo hicieran sentir seguro.
(TN) se acostó enfrente de él e hizo a un lado la Switch. Después lo abrazó con cariño dándole un dulce beso en los labios. Kenma sonrió perezosamente de lado, la abrazó más pegándola un poco más a él y escondió su rostro en su pecho a la vez que comenzaba a quedarse dormido por el suave tacto de la chica que acariciaba su cabello.
Definitivamente ahora se encontraba mejor y no volvería a dudar en comunicarse con ella si había algo que le incomodaba.
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