¡Pequeñas historias con tus personajes favoritos de distintos animes! (xLectora ♀)
✓500k: 5 de junio, 2020.
✓1M: 14 de abril, 2021.
Los animes y personajes no me pertenecen. Créditos a sus respectivos mangakas/creadores.
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Sus ojos ardían ligeramente y se sentían pesados, además de que veía bastante borroso, era difícil abrirlos, sentía como si en cualquier momento se le pudieran secar o botárseles de las cuencas del cansancio. Dolía un poco cerrarlos, pero al mismo tiempo se sentía demasiado a gusto, como si su cuerpo le estuviera exigiendo dormir un par de horas más. Su mente estaba fundida, se había sentado en la cama aún no las cobijas rodeándole, haciéndola sentir muy cómoda; estaba mirando a un zapato fijamente como si le estuviera contando una historia bastante increíble sobre sus aventuras siendo un... zapato de un super héroe, aunque en realidad su cabeza estaba en blanco, era como estar por las nubes, sus neuronas no hacían conexión. Este estado no era nada raro en ella, todos los días que se levantaba cansada y temprano solía ponerse así por una hora más o menos. Pero la pregunta aquí era: ¿Por qué estaba cansada? Estuvo cuidando su horario de sueño, se había ido a dormir temprano la noche anterior y no recordaba haber hecho nada los días anteriores que drenara su energía de manera significativa por la cual necesitara reposar más.
Se levantó con modorra con el propósito de ponerse sus pantuflas y empezar a prepararse para un día más, pero por más que buscaba su calzado no era capaz de encontrarlos. Buscó bajo la cama, a los lados, y fue ahí cuando algo no cuadraba. Su cerebro comenzó a funcionar con más claridad, parpadeó varias veces y se talló los ojos para poder ver bien hasta que finalmente pudo mirar con claridad su alrededor. Estaba muy confundida, pues no estaba en su habitación, sino en la de su novio Bakugō. Volteó hacia todos lados escaneado con sus ojos el cuarto en busca del anteriormente mencionado rubio, pero no lo pudo encontrar.
Repentinamente le llegaron las pequeñas ganas de ir al baño, fue entonces que se percató de algo aún más extraño, se notaba que ya había empezado a despertar. Con lentitud bajó su cabeza, la típica presión que se tiene cuando se quiere orinar se sentía diferente. En cuanto miró lo diferente que era ahora su cuerpo soltó un gran grito que se pudo escuchar por toda la zona de los chicos. Cayó de trasero en el suelo, bastante nerviosa miró sus brazos, piernas, se tanteó el rostro junto con el cabello. Después se levantó torpemente y buscó un espejo, tenía que ver con sus propios ojos lo que estaba pasando. Una vez encontró uno entre los cajones de Kacchan, se miró en él. Su respiración se hizo profunda y agitada, sus ojos se abrieron como platos, se toqueteó la cara unas cuentas veces más enfrente del espejo, movió la cabeza de manera errática, saltó en su lugar, e incluso se abofeteó y pellizcó para asegurarse de que no seguía durmiendo.
Y no, no era un sueño: (TN) estaba en el cuerpo de Bakugō Katsuki.
Estuvo a punto de soltar otro desgarrado grito cuando la puerta sonó y la voz de Kirishima se pudo escuchar del otro lado preguntándole la razón de por qué había gritado. La chica sostuvo su boca evitando proferir algún sonido. ¿Qué se supone que haría? ¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba el verdadero dueño del cuerpo donde estaba ella ahora?
