¡Pequeñas historias con tus personajes favoritos de distintos animes! (xLectora ♀)
✓500k: 5 de junio, 2020.
✓1M: 14 de abril, 2021.
Los animes y personajes no me pertenecen. Créditos a sus respectivos mangakas/creadores.
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Finalmente llegaron las vacaciones de verano y (TN) pudo conseguir unas cuantas semanas libres para disfrutar. Gracias a que ahorró exhaustivamente pudo darse el lujo de hacer un viaje, el primer país que se le vino a la mente para visitar fue Italia junto con su mejor amigo canino (n/p). ¿Qué mejor manera de pasar unas vacaciones que conociendo un país que tanto le interesaba? Sobretodo ahora que se encontraba deambulando por las calles de Nápoles con un mapa el cual le costaba entender. En pocas palabras, estaba perdida en una ciudad que no conocía en lo absoluto.
—Descuida, (n/p). Tengo todo bajo control... O al menos lo estará en cuanto entienda este mapa. Aquí dice que el Museo de Capodimonte se encuentra por... Via Miano, 2, 80131... ¿Dónde rayos está Via Miano?
La chica caminaba de aquí para allá, de un lado a otro, bajando y subiendo el mapa tratando de ubicarse mientras (n/p) sólo la seguía obedientemente, principalmente porque tenía la correa puesta y no le quedaba otra opción.
—¡Ugh! ¡Esto es imposible! ¡¿Qué tanto se puede perder un palacio de la vista?! A este paso se me irá el día buscándolo, debemos apurarnos, (n/p) —bufó (TN) sosteniendo al mapa enfrente suya a la vez que daba vuelta en una esquina a paso apresurado.
Justo al dar vuelta en la esquina chocó con alguien que le hizo dar un par de pasos hacia atrás. Nada de qué preocuparse, ninguno resultó lastimado.
—¡Ah! ¡Lo siento! No vi a donde iba —se disculpó (TN) bajando el mapa para encontrarse con unos hermosos ojos esmeralda que le pertenecían a un muy atractivo chico rubio.
—Non preoccuparti, signorina —le respondió el italiano con una cálida sonrisa.
(TN) no supo si fue porque el español y el italiano se parecen un poco, pero se emocionó por entender lo que le dijo el joven y apuesto italiano. Y alegremente volteó a ver a su perrito/a y le dijo:
—¡Ves, (n/p)! ¡Sabía que esos cinco días que pasé estudiando italiano en DuoLingo servirían de algo!
El italiano la miró extrañado y (TN) se dio cuenta de esto. La chica se sonrojó un poco ante su torpeza.
—Lo sie... Uh... Mi dispiace —se disculpó ella algo apenada a la vez que se perdía levemente en los orbes esmeralda del muchacho.
(TN) se disponía a seguir su camino, así que sujeto con mayor firmeza la correa de su mascota. Al hacer esto, se dio cuenta de que la correa estaba suelta. Su mascota tenía la mala maña de morder la correa, (TN) no tenía idea de cómo fue que pasó, pero la correa se había roto. La chica miró desesperadamente hacia todos los lados gritando el nombre de su perrito/a hasta que lo/la miró. Su mascota estaba cruzando la calle. Y en eso vio como un automóvil se acercaba.
