¡Pequeñas historias con tus personajes favoritos de distintos animes! (xLectora ♀)
✓500k: 5 de junio, 2020.
✓1M: 14 de abril, 2021.
Los animes y personajes no me pertenecen. Créditos a sus respectivos mangakas/creadores.
🚫 Está PROHIBIDO resubir m...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El esponjoso mapache miró con curiosidad a la minina enfrente de él, estiró su patita ofreciéndole un pedazo de pollo que su dueño le había obsequiado. La felina olfateó la comida y decidió aceptarla, después de todo para conseguir un buen bocado debía caminar mucho, y algunas veces ni siquiera encontraba nada pese a su esfuerzo. Karl pudo comprender lo mucho que apreció su regalo, por lo que sin dudarlo se volvió a colar por la ventana de su hogar para ir a pedirle más comida a Poe.
—¿Quieres más todavía? Ya es el cuarto que te he dado.
El chico le dio otro poco más de pollo y observó como su compañero mascota desaparecía velozmente en dirección a otra habitación. Poe decidió seguirlo, era una actitud extraña, no era la primera vez que le daba comida suya, y generalmente cuando hacían esto solo se quedaba a comerlo a su lado. El azabache fue guiado indirectamente hasta la ventana de la sala de estar que se encontraba abierta. Asomó la cabeza y pudo divisar como Karl le entregaba la comida a una gata de raza ragdoll quien aceptaba gustosa la ofrenda del mapache. Parecía ser que la felina había encontrado un refugio temporal en los arbustos frondosos al pie de su ventana. Pronto ambos se dieron cuenta de la presencia del humano, la gata mostró un poco de desconfianza pues se apegó más al suelo y bajó las orejas; Karl comenzó a reconfortarla, como queriendo decirle que no había nada de qué preocuparse.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El rostro de Poe ardía con intensidad al igual que el de la chica que estaba sentada en el sillón frente suyo. Ninguno de los dos encontraba las palabras correctas para decir, algo bastante irónico al ser Poe un gran y talentoso escritor.
Las cosas pasaron así: El azabache había decidido adoptar a la minina que estaba en su ventana. Tímidamente se fue acostumbrado a vivir con aquellos dos; algo curioso que notó Poe fue que no aceptaba la comida para gato que le había comprado, únicamente comía comida de humanos como pollo, pescado y carne, creyó que era posible que en su antiguo hogar la hayan mal acostumbrado a esa dieta, por lo que tuvo que ajustarse a lo que a ella le gustaba.
Todo transcurría con normalidad, era como un miembro más del hogar, incluso de animó a dormir con ellos, aunque ella se echaba en una cama que Poe le había comprado y había colocado al lado de su cama.
Un día a las siete de la mañana el azabache dio inicio a su rutina matutina. Fue cuando se sentó a un lado de la cama que vio a una muchacha acostada en el suelo sobre la cama que había adquirido para su nueva compañera. A Poe casi le da un infarto del susto, hizo un ademán por la repentina sorpresa que incluso despertó a la joven durmiente. Claramente supo en la situación que se encontraba en cuanto recuperó la claridad de su mente, se había destransformado durante la noche accidentalmente, cosa que ya le había pasado en contadas ocasiones anteriores.
Ahora la chica jugueteaba nerviosa con los mechones de su cabello. La razón por la que usaba su habilidad para convertirse en animales ya que se le hacía más fácil sobrevivir de esa manera que como humana, especialmente en un momento tan difícil de su vida como el que pasaba en la actualidad. Creyó que sería buena idea permanecer en su forma gatuna hasta que tuviera alguna buena idea para salir adelante, pero la vida con Poe le pareció realmente agradable, era un buen chico y disfrutaba mucho su compañía, aunque se notaba a leguas que, como ella, no era de llevarse tanto con las personas.
—Y-Yo... —la joven no podía ni hablar de lo nerviosa que se sentía—. P-Puedo explicarlo...
Poe le dio un lápiz y un papel, no dijo nada, pero estaba implícito lo que le estaba pidiendo. Después se retiró de la habitación con Karl sobre su hombro.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La joven había escrito su situación en el papel el cual Poe leyó una y otra vez, analizando cada palabra con detalle mientras su mente maquinaba a mil por hora su decisión. Una vez su pensamiento estuvo claro, regresó a la sala de estar donde la joven esperaba a por él.
—P-Puedes quedarte... S-Si quieres... —dijo Poe sin mirarla a la cara.
Desde ese entonces la muchacha vivió agradecida con él; a cambio de acogerla en su hogar ella se dedicó a servir como su ayudante. En un principio les costó lo suyo poder convivir como dos personas normales, ya que ambos compartían el rasgo de ser tímidos, pero más pronto que tarde lograron abrirse más el uno al otro, consiguiendo así una compañía cómoda con quien estar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
